Iron Mike cayó por puntos ante su rival 30 años más joven. El combate fue ante 30 mil personas que vivieron la vuelta del excampeón mundial de los pesos completos.
El excampeón mundial de peso pesado, Mike Tyson, salió del letargo a sus 58 años y se prestó a un show boxístico donde los millones de dólares estuvieron a la orden del día. Finalmente, luego de un combate pactado a 8 asaltos de 2 minutos por 1 de descanso, Iron Mike, que embolsó 20 millones de dólares, cayó por puntos ante el youtuber Jake Paul, quien se hizo de la módica suma de 40 millones en moneda norteamericana.
La pelea entre el oriundo de Brookling y su rival 30 años más joven, que tuvo lugar en en el estadio AT&T de Arlingtom, Texas, generó gran expectativa a lo largo y ancho del mundo ya que, como en Rocky VI (Rocky Balboa), el excampeón volvía del retiro en un claro caso del síndrome del boxeador retirado. Salvando las distancias, y pensando en que lo otro se trataba de una película, el combate entre Tyson y Paul lejos estuvo de ser lo que fue el enfrentamiento entre "El Semental Italiano" y Mason "The Line" Dixon.
En cuanto a lo meramente boxístico, el excampeón de peso completo apostó a una mano de poder, como en sus épocas doradas, aunque nunca llegó, ya que Jake Paul solo tuvo que encargarse de mantenerlo en distancia. ¿Habrá sido respeto? ¿O solamente fue un acto de piedad para con el viejo Mike?
Tras los 8 rounds, fueron a las tarjetas y fue todo lógica pura. Con poco, salvo esos dos primeros asaltos donde MDZ vio ganador a Tyson, el resto fue todo de Paul. Por eso, la unanimidad del fallo para una pelea que solo sirvió para una cosa: destrozar al boxeo real, ese que pone sobre la tarima a boxeadores que se formaron desde la cuna, transpirando y dejando la vida en un gimnasio (como lo hizo Iron Mike en su tiempo), y que cada vez pierde más terreno ante las artes marciales mixtas o, peor aun, frente a estos engendros donde intervienen personajes de redes sociales y celebridades.
Mike Tyson, a pesar de todo, se dio el gusto de volver. Muchos esperábamos ver destellos de aquellos explosivos ganchos que ponían sobre la lona sus rivales de turno, pero no. Todo es un mero recuerdo.