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Éxito o fracaso: Javier Milei llega a Israel y el Papa lo espera en silencio en Roma
Javier Milei busca monitorear la aprobación de la ley ómnibus y dar comienzo al diálogo vaticano a través de Diana Mondino. Guillermo Francos y Victoria Villarruel, al mando del éxito en el Senado.
Le dijo que representaba al diablo en la Tierra, que su afinidad con asesinos comunistas era total, que avalaba regímenes que violaban los derechos humanos y que siempre estaba del lado del mal a Jorge Mario Bergoglio, primer representante de la iglesia católica en el mundo nacido en Argentina. Era un economista, precandidato a diputado en la Ciudad, de pelos parados que reventaba a palazos en estudios de televisión una maqueta del Banco Central e insultaba a diestra y siniestra a cuanto político se cruzaba: fue el éxito electoral más grande de la historia de Argentina, y ahora deberá reunirse con el papa Francisco para explicar y pedir disculpas por sus groserías pasadas e invitar formalmente al país, algo que cuentan a MDZ, sucederá antes de octubre.
Javier Milei no tiene cien municiones de política exterior: Diana Mondino redondeó la agenda para llegar hoy a Israel y el jueves a Roma, donde deberá aprobar el examen de buenos modales y recomposición de vínculo personal con Jorge Bergoglio, a quien descalificó reiteradas veces los últimos años, ya siendo Papa. Mientras tanto, la ley ómnibus lo tendrá en vilo para certificar la labor del ministro del Interior, Guillermo Francos y la vicepresidenta, Victoria Villarruel y exponer un éxito de dos funcionarios que ya son víctima del estilo de "los hermanos Milei".
Javier Milei va a hacer a partir de hoy, con una comitiva llamativamente pequeña, lo que hay que hacer para sostener un protagonismo en el mundo y evitar que "baje la espuma" a la llegada del economista outsider que logró en 25 meses lo que distintos políticos no pudieron en medio siglo. Las negociaciones que el Gobierno niega pero que existieron y permitieron el nacimiento de la media sanción en Diputados llegan ahora al Senado, donde la vicepresidenta, sin diálogo alguno con Javier Milei, viene tejiendo su aprobación para el comienzo del plan de gestión liberal.
Llegará a Tel Aviv, Israel, hoy junto a su hermana Karina, la canciller Diana Mondino y Simón Wahnish, asesor espiritual del presidente y embajador designado en el país que se encuentra hoy bajo fuego del régimen islámico de Irán. La llegada de Milei a Israel ya está signada por una curiosidad: vuela en avión comercial, pero escoltado por Casa Militar, es decir, el gasto se producirá de todas formas. Tendrá entonces las dos reuniones más importantes en términos políticos, mientras Israel soporta los ataques terroristas de Hamás tras la histórica masacre de octubre del año pasado, cuando fusilaron, violaron y secuestraron ciudadanos civiles dejando un tendal de 1.200 muertos y más de cien secuestrados.
Hoy y mañana se dedicará a la agenda signada por la visita al Muro de los Lamentos y la entrevista con el presidente local, Isaac Herzog, mientras su asesor espera la aprobación del Senado para convertirse entonces en el nuevo embajador en Israel. Milei promete llevar la embajada a Jerusalem desde Tel Aviv, donde reside actualmente. También se reunirá con familiares de los secuestrados pero evitará acercarse a alguno de los posibles sucesores en la escala de poder israelí para evitar conflicto. Luego irá el miércoles al museo del Holocausto antes de su viaje a Roma, para el encuentro más esperado con el Papa.
Mientras tanto, Guillermo Francos deberá terminar de explicar el mal entendido con respecto a la coparticipación del Impuesto País, algo que conversó en distintas ocasiones con gobernadores y que fue desmentido después por Manuel Adorni, portavoz del Gobierno. La labor parlamentaria se llevó a cabo durante diciembre y enero, por lo que en el entorno del ministro aseguran que se va a aprobar a pesar de expresiones presidenciales que generaron roces con gobernadores y senadores.
La desmentida oficial a lo que Francos había conversado con gobernadores en sigilo cayó como balde de agua helada en el ministerio de Interior, donde radica la acción política del Gobierno. El malestar se sintió y se supo, pero el ministro confirmó que su metié hasta abril es la aprobación de la ley y el establecimiento de los puentes de diálogo con distintos sectores, entre los que se encuentran legisladores del interior, empresarios y dirigentes sindicales para aportar una dosis necesaria de gobernabilidad.
En Roma, estoico, Franciso espera a Javier Milei para escuchar su pedido de disculpas y comenzar una relación que empezó de la peor manera. Milei tildó de lo peor al sumo pontífice, pero ahora debió pedir la escupidera y lo acompañará en el momento en que el Vaticano empieza a hacerse la idea de que Mamá Antula será santa después de comprobarse sus milagros. En el entorno del sumo pontífice no le dan tanta importancia al encuentro, la comprensión de la política y la economía de ambos dirigentes son antagónicas de siempre.
Tal como Mauricio Macri y su frustrada foto con Bergoglio, Javier Milei tendrá un momento para conversar con el Papa y tendrá su foto, pero en el entorno papal no le dan envergadura a la hipótesis que plantea un comienzo real de relación diplomática con la Santa Sede, tal es así que el secretario de Culto, el exdiputado Francisco Sánchez, tuvo ya repudio y críticas de distintos sectores por sus posturas políticas y religiosas. Bergoglio despejó dudas en una entrevista periodística: "estoy dispuesto a empezar el diálogo, como con todos", es decir, no habrá diferenciación entre el líder de un país africano o asiático y el argentino.