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El Papa pidió abandonar las ideologías en la Iglesia al celebrar la misa de la Epifanía

El Papa Francisco celebró la misa de la Epifanía en la basílica de San Pedro, ante la presencia de seis mil fieles. Además, recordó a Benedicto XVI

El Papa Francisco pidió este sábado abandonar las "ideologías" en la Iglesia e instó a los creyentes a no reducir la fe a un conjunto de "prácticas religiosas" y los invitó a tener la vista fija en el cielo y a ser buscadores "de luz y de amor" como hicieron los Reyes Magos.

"Ideologías eclesiales, no; vocación eclesial sí", sentenció el Pontífice en un llamado improvisado en la misa de la Epifanía, que celebró en la basílica de San Pedro, ante cerca de 6.000 fieles, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano.

Además, el Papa citó una homilía de Benedicto XVI, el 6 de enero de 2008, en la que afirmó que "si falta la verdadera esperanza, se busca la felicidad en la embriaguez, en lo superfluo, en los excesos, y los hombres se arruinan a si mismos y al mundo".

El Papa emérito -fallecido el 31 de enero de 2022- señaló entonces que "hacen falta hombres que alimenten una gran esperanza y posean por ello una gran valentía" como la de los Magos, que "emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella, y que supieron arrodillarse ante un Niño y ofrecerle sus dones preciosos".

Del mismo modo, Francisco pidió que la fe "no se reduzca a un conjunto de prácticas religiosas o a un hábito exterior", sino que se convierta en un fuego que queme "por dentro" para buscar "el rostro del Señor" y ser "testigos de su Evangelio".

Así, advirtió que el don de la fe no es dado para quedarse solo "mirando el cielo" o para ser consolados, sino más bien para abrir "destellos de luz en las densas tinieblas que envuelven tantas situaciones sociales".

"El Dios que viene a visitarnos no lo encontramos permaneciendo quietos en alguna bella teoría religiosa, sino poniéndonos en camino, buscando los signos de su presencia en las realidades de cada día y, sobre todo, encontrando y tocando la carne de los hermanos", agregó.

El Pontífice exhortó a la sociedad a no vivir encerrada "en el estrecho perímetro de las cosas terrenales", con la cabeza "baja" siendo "rehenes de los fracasos y remordimientos".

"Si estamos hambrientos de bienes y consuelo mundano, en lugar de ser buscadores de luz y amor, nuestra vida se apaga. Los Magos, que también son extranjeros y todavía no han encontrado a Jesús, nos enseñan a mirar hacia lo alto, a tener la vista fija en el cielo, a levantar los ojos hacia los montes de donde nos vendrá la ayuda, porque nuestra ayuda viene del Señor", aseguró.