Las turbulencias financieras tras la caída de la Bolsa de Tokio semanas atrás explican, en parte, el precio que alcanzó el metal precioso. Pero otro actor en el mercado presiona con compras sostenidas

Si bien los registros internacionales muestran que las compras de oro por parte de los bancos centrales del mundo se desaceleraron moderadamente en el segundo trimestre, ello no impidió que alcanzaran un récord durante el primer semestre de 2024, al sumar a sus reservas 483 toneladas netas de oro, lo que es un 5% por encima del récord de 460 toneladas del primer semestre de 2023.

En el segundo trimestre, la demanda de oro de los bancos centrales ascendió a 183 toneladas, según los últimos datos compilados por el WGC sobre la base de información del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Bank of International Settlements (BIS) con sede en Basilea, Suiza. Eso representó un aumento del 6% interanual, pero aproximadamente un 39% menos que el ritmo de compra del primer trimestre. Ahora bien, con el oro en niveles de precios récord o cerca de ellos en la mayoría de las monedas, no sorprende que las compras de los bancos centrales se desaceleraran en el segundo trimestre.

Por un lado, la desaceleración de la demanda de la banca central en el segundo trimestre fue impulsada principalmente por China, donde el Banco Popular de China (PBoC) no informó de ningún aumento de sus reservas de oro en mayo o junio y solo sumó oficialmente dos toneladas en abril. Antes de la pausa de mayo, China había aumentado sus tenencias de oro durante 18 meses consecutivos. 

Eso dio lugar a que muchos analistas creyeran que los chinos habían dejado oficialmente de agregar oro a sus reservas en un esfuerzo por bajar los precios del oro. De ahí que cuando los chinos informaron que no había habido cambios en sus reservas oficiales en mayo, se desató una ola de ventas de pánico de oro.

Sin embargo, parece poco probable que los chinos hayan terminado de agregar oro a sus reservas. Hay algunas especulaciones al respecto, como por ejemplo que China está agregando una cantidad significativa de oro a sus reservas de manera no oficial en el mercado londinense. Incluso con la pausa, China aún agregó casi 30 toneladas de oro a sus reservas hasta la primera mitad de 2024. 

Por otro lado, cabe destacar que Turquía fue el mayor comprador durante la primera mitad del año, sumando 45 toneladas a sus reservas de oro. La mayor parte de sus compras se realizaron en el primer trimestre, pero el ritmo se redujo a 15 toneladas en el segundo trimestre. El banco central turco ha comprado oro durante 12 meses consecutivos después de liquidar 160 toneladas de oro en la primavera boreal de 2023.

El segundo puesto del ranking semestral lo ocupa la India como mayor comprador de oro, ya que el Banco de la Reserva de la India (RBI) sumó oro a sus reservas todos los meses este año, por un total de 37 toneladas. En 2022, el banco central indio había comprado 33 toneladas de oro seguido de un aumento de 16 toneladas el año pasado. El Banco de la Reserva de la India viene comprando oro desde 2017. Durante ese período, el RBI ha aumentado sus tenencias de oro en más de 260 toneladas. 

Un economista indio le explicó al diario Times of India que el impulso a acumular oro se basaba en razones, tanto políticas como económicas, y señaló que la fiabilidad del dólar ha disminuido y destacó la notable caída de la confianza en los activos denominados en dólares.

Otro economista le dijo al Times: “Tiene mucho sentido (invertir en oro), dada la mayor volatilidad en el mercado de divisas, las elevadas tasas de interés en los EE.UU. y, por supuesto, también porque a los bancos centrales les gustaría diversificar las clases de activos en las que están estacionando sus reservas”. Recientemente, la India transportó 100 toneladas de su oro desde el Reino Unido a su país.

Polonia fue el mayor comprador de oro en el segundo trimestre, aumentando su tenencia en 19 toneladas. Actualmente, el país posee alrededor del 13% de sus reservas en oro. En una conferencia de prensa a principios de junio, el gobernador del Banco Nacional de Polonia, Adam Glapinski, reiteró su plan de aumentar la participación del oro en las reservas totales al 20%. Polonia fue el segundo mayor comprador de oro en 2023 cuando el banco central polaco compró 130 toneladas de oro aumentando sus tenencias en un 57% a 359 toneladas. 

Vale recordar que en 2021 Glapinski anunció un plan para ampliar las reservas de oro del país en 100 toneladas. El banco central polaco alcanzó ese objetivo en septiembre de 2023 y siguió comprando. Cuando anunció el plan de ampliar sus reservas de oro, Glapinski dijo que tener oro era una cuestión de seguridad y estabilidad financiera.

"El oro conservará su valor incluso si alguien corta la energía del sistema financiero global, destruyendo los activos tradicionales basados en registros contables electrónicos. Por supuesto, no damos por sentado que esto sucederá. Pero como dice el refrán: más vale prevenir que curar". "Y el banco central debe estar preparado incluso para las circunstancias más desfavorables. Por eso consideramos que el oro tiene un lugar especial en nuestro proceso de gestión de divisas".

Otros compradores destacados en el segundo trimestre fueron: Uzbekistán (7 toneladas), República Checa (6), Qatar y Singapur (4 toneladas cada uno), Rusia e Irak (3 toneladas cada uno), y una tonelada Jordania y la República Kirguistán. Cabe destacar que Singapur había sido un comprador importante este año antes de vender 12 toneladas de oro en junio.

Uzbekistán también ha sido un vendedor frecuente este año, y volvió a comprar en mayo. No es raro que los bancos que compran a la producción nacional, como Uzbekistán y Kazajstán, alternen entre compra y venta. Mientras que Filipinas ha sido el mayor vendedor durante la primera mitad del año, con una reducción de sus reservas de oro de aproximadamente 25 toneladas. Tailandia fue otro vendedor notable, con una reducción de sus reservas de oro de poco menos de 10 toneladas.

A pesar de la modesta caída de la demanda de oro por parte de los bancos centrales en el segundo trimestre, no hay indicios de que estén perdiendo el interés por el metal precioso: según la encuesta más reciente del WGC, el 29% de los bancos centrales planea agregar más oro a sus reservas en los próximos 12 meses, siendo el nivel más alto desde que comenzó la encuesta en 2018. Sólo el 3% dijo que tenía planes de reducir las reservas de oro.

A principios de este año, el WGC dijo que las continuas compras de oro respaldan la expectativa de que "2024 será otro año sólido de demanda de oro por parte de los bancos centrales". "El año pasado, los bancos centrales hicieron mucho hincapié en el valor del oro como respuesta a la crisis, sus atributos de diversificación y sus credenciales como reserva de valor. A pocos meses de 2024, el mundo no parece menos incierto, lo que significa que esas razones para poseer oro son tan relevantes como siempre", señalaron desde el WGC. 

El año pasado, las compras de oro por parte de los bancos centrales quedaron solo 45 toneladas por debajo del récord de varias décadas de 2022. Según datos del WGC, las compras netas de oro de los bancos centrales totalizaron 1.037 toneladas en 2023, siendo el segundo año consecutivo en que los bancos centrales añadieron más de 1.000 toneladas a sus reservas totales.

Las compras de oro por parte de los bancos centrales en 2023 se basaron en el récord del año anterior (China fue el mayor comprador). Las compras totales de oro por parte de los bancos centrales en 2022 ascendieron a 1.136 toneladas. Fue el nivel más alto de compras netas registrado desde 1950, incluso desde la suspensión de la convertibilidad del dólar en oro en 1971.