La diputada libertaria Rocío Bonacci tomó distancia de la reunión y acusó de a Beltrán Benedit de omitir información. "Fue todo muy irregular", admitió.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habría dado "el OK" para la visita que seis legisladores de La Libertad Avanza realizaron días atrás al penal de Ezeiza para encontrarse con exmilitares condenados por delitos de lesa humanidad, incluido Alfredo Astiz. Así lo reveló este jueves la diputada Rocío Bonacci, quien admitió que "fue todo muy irregular" en la mecánica del paseo.

Al periplo "lo craneó Beltrán (Benedit), supongo que con ayuda de Guillermo (Montenegro)", reveló Bonacci sobre su compañero de bancada en Diputados, y agregó un dato que parece confirmar que alguien del gabinete de Javier Milei sabía del encuentro: "parece ser, a raíz de unos chats que salieron ayer, todavía no lo charlé con el bloque, que esto tenía un OK de Patricia Bullrich", dijo.

Beltrán Benedit, un ingeniero agrónomo de Paraná, dejó su cargo como director de la Sociedad Rural Argentina en Entre Ríos para asumir como diputado de La Libertad Avanza en diciembre de 2023.

Lo que no cortó fueron sus vínculos con exmilitares condenados por crímenes de lesa humanidad y delitos vinculados a la represión durante la última dictadora cívico-militar, al punto que su visita "guiada" a compañeros de bancada ni siquiera fue hecha con el protocolo de seguridad esperable de un penal como el de Ezeiza.

"Simplemente nos abrieron la puerta, ingresamos, conversamos, nos recibieron muy cordialmente y los diputados teníamos todos nuestros teléfonos", recordó Bonacci esta semana antes de reconocer que "fue todo muy irregular. De hecho, ingreso al pabellón consciente de que me iban a tantear los bolsillos, que me iban a pedir el teléfono y más datos y no pasó".

Desde el Poder Ejecutivo desconocieron la visita de los legisladores de La Libertad Avanza a represores como Astiz, pero esta semana se volvió viral la foto en la que se ve a los dipitados oficialistas con el excapitán de la Armada y con otros exmilitares, como Ricardo Cavallo y Raúl Guglielminetti.

Bonacci aseguró que no salió en la foto ni quería estar en esa charla, cuyo objetivo resultó ser "comunicarse con los genocidas para armar una especie de proyecto" del que no quería formar parte.

"Les comenté que no quería participar, que no iba a presentarme con los genocidas, que iba intercambiar información ni dialogar porque me repugnaba, estaba descompuesta del estómago", recordó Bonacci, ya parada adentro del penal.

"Nací en el '96, había muchos reclusos que a nadie le sonaban. Cuando me plantean que nos estaban esperando, fui la primera en saltar y comunicárselo a mis compañeros", aseguró en declaraciones radiales.

"Le comuniqué a Beltrán que no me iba a poner a defender este proyecto que tira a la basura 40 años de democracia", enfatizó la diputada al repudiar la visita.

"No merecen que gastemos nuestro tiempo. Fueron horas desagradables. No me quedó otra que quedarme ahí, en un momento de la reunión pedí retirarme y me pidieron que esperara para salir todos juntos", relató.

"La gente que nos votó no nos puso para que estemos pendientes de este tema, más habiendo sido elegidos democráticamente", explicó Bonacci sobre el grupo conformado por Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra Ugalde y Lourdes Arrieta.

La visita de los legisladores fue repudiada por la mismísima Cámara de Diputados, pero se sabe que en el pasado la vicepresidenta, Victoria Villarruel, extendió una mano amiga a los represores. En esta oportunidad, sin embargo, Bonacci afirmó que no le "consta a ciencia cierta que ella haya organizado la visita".