Kicillof y el peronismo bonaerense analizan una idea lanzada desde un sector opositor. A medida que avanza la boleta única en papel a nivel nacional, en Provincia se desdoblaría la elección.
Semanas atrás, Carlos “Carli” Bianco llegó con la inquietud surgida de los intendentes opositores bonaerenses al despacho de su amigo Axel Kicillof. “Fijate que están hablando de desdoblar las elecciones en la Provincia ¿A vos qué te parece?”. El gobernador se quedó pensando en los pro y los contra, como siempre.
Rápidamente, los intendentes del peronismo kirchnerista renovador se enteraron de la propuesta por la cual, el año que viene, los candidatos provinciales y municipales se elegirían durante una fecha y, después, los diputados nacionales se votarían junto con los del resto del país en la jornada dispuesta por el calendario nacional.
Las barreras para concretar o no el proyecto son difusas. Van desde las dificultades prácticas de organizar una elección con recursos propios hasta la articulación con las fuerzas de Seguridad y la escasa musculatura que muestra la Justicia electoral bonaerense.
“Donde tienen que poner al Estado Presente, dicen que no tienen ni policías ni plata ni funcionarios judiciales para organizar una elección”, se quejó este jueves un activista de la idea “desdoblamiento”.
“La verdad, escuché que estaban hablando del tema, pero primero no le di importancia. Ahora, pensándolo bien, no es mala. Podemos discutir de los temas nuestros, las intendencias y la Provincia y, además, no estamos pendientes de las peleas de arriba”, comenzó su explicación un intendente oficialista que sabe que su suerte no correrá peligro si se convocan una o dos elecciones.
“Quizás nos saca de nuestra zona de confort, acostumbrados a ir siempre en una misma tira con los candidatos nacionales. Si acordamos, la idea no es mala, todo lo contrario. Lo único que entraría en colisión es nuestro pensamiento crítico sobre los que desdoblan”, explicó la misma fuente, que recuerda su furia cuando los gobernadores se desprenden de las elecciones nacionales para “salvar la propia” y “dejan sin proyecto nacional al peronismo”.
Un legislador oficialista de la Provincia de Buenos Aires, uno de los pocos que tiene diálogo abierto con sectores hoy con poca comunicación como lo son Bianco, Máximo Kirchner y Sergio Massa, primero reaccionó negativamente. “Sí, lo escuché, es una idea que están tirando en la Gobernación para cerrar con los intendentes y Axel queda como un héroe que retiene la mayoría de las listas”.
Sin embargo, rápidamente volvió sobre sus dichos y se explayó: “Ahora, si Axel acuerda con Sergio (Massa) y Máximo, la cuestión es diferente y es muy buena idea porque los libertarios no tienen cómo empezar a competir”.
Efectivamente, las huestes mileístas en la provincia de Buenos Aires están homogeneizadas por Sebastián Pareja, a quien debe pedirle permiso cualquier otro candidato o dirigente bonaerense que se acerque. Cuesta creer que Patricia Bullrich, Diego Valenzuela o Joaquín De la Torre tengan que conseguir el beneplácito del principal armador político de Karina Milei para poder activar.
Inclusive José Luis Espert, el primer “elegido” por Milei para encabezar la propuesta de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires en 2025 está reseteando su proyecto. Es que advirtió que los seguidores de Pareja pueden ayudarlo a él, y luego a nadie más. Traducción: “El profe puede encabezar, pero luego, nada de nada”.
El secretario del Interior, Lisandro Catalán está batallando para que en la próxima sesión de la Cámara de Senadores de la Nación se apruebe con fuerza de ley el cambio electoral que obliga la utilización de una boleta única en papel de manera similar al que se usa, actualmente, en Córdoba, diferente del santafecino.
Para el hombre de confianza de Guillermo Francos, “esto será un cambio excepcional para la política pero fundamentalmente para la gente y pondrá en evidencia a los que quieren o no el cambio”.
Quizás esta sea la gota que rebalse el vaso del oficialismo bonaerense que duda sobre la conveniencia o no de desdoblar. Vaciada la lista única en papel de los nombres locales, porque se eligen anteriormente, todos los dirigentes provinciales con territorio tendrán infinitas posibilidades de éxito para ganar sus distritos y sus secciones electorales, sean radicales, peronistas, kirchneristas o del PRO. El 2027 puede esperar.