Si bien el mercado automotor encontró un piso de ventas, después de un duro comienzo del 2024, acceder a un 0km es cada vez más difícil por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios

La alta inflación de los últimos meses, sumado a ajustes salariales que no acompañaron el ritmo de los aumentos de precios, provocó una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos. Si bien el problema afecta a todos los sectores, hay rubros como el automotor que están entre los más golpeados.

Por otro lado, la brecha cambiaria distorsiona la relación de precios, en una industria directamente relacionada a los vaivenes del dólar. Si bien la cotización oficial se ajustó un ritmo menor, la economía se mueve por el valor de los tipos de cambio que se pueden acceder, tanto sean los dólares financieros o el “blue”.

La combinación de todos estos factores provocó que la compra de autos 0 km sea cada vez más difícil.

Mientras que al asumir Alberto Fernández, en diciembre del 2019, se requería unos 44 salarios mínimos, en noviembre pasado, antes de la devaluación, hacían falta alrededor de 63. Es decir, casi un 50% más.

Pero ahora hacen falta 71 sueldos. Unos ocho sueldos más que a fin del gobierno de Fernández y 27 más que el últimos mes de gestión de Mauricio Macri.

El modelo más accesible del mercado es hoy el Fiat Mobi, que recientemente se comenzó a comercializar en la Argentina. Su valor es de $19.005.000.

En tanto, el salario mínimo vital y móvil este mes es de $268.056.50. Eso implica que se necesitan exactamente 70,89 salarios.
En enero del 2020, los 0 km más baratos partían de los $600.000 y llegaban hasta $800.000. Se trataba de modelos como el Fiat Mobi, el Chevrolet Onix o el Renault Kwid. A esos se sumaban otros, en la franja de más de $700.000. Por ejemplo, VW Gol, Chery QQ, Nissan March, Peugeot 301 y Fiat Uno.

De ese grupo de 0 km chicos, el VW UP y el Toyota Etios eran los de mayor precio con valores de $800.000 y $815.000, respectivamente. Ese mes, el Salario Mínimo Vital y Móvil era de $16.875.Si se toma un valor promedio de unos $740.000 para esos diez modelos, el resultado da que se requerían 43,8 sueldos para poder comprarlos.

Un dato adicional es que muchos de esos vehículos ya no se venden en el mercado porque, a raíz de la pérdida del poder adquisitivo y distintas estrategias comerciales, las automotrices ofrecen modelos del segmento mediano para adelante donde se obtiene mayor rentabilidad.

Los modelos de entrada de gama que ofrecen las marcas en la actualidad están por arriba de los 0 km más accesibles de hace cuatro años. El Fiat Cronos, por ejemplo, es un auto más grande que el Mobi y durante mucho tiempo fue la entrada de gama; el Nissan Versa no es comparable con el March o el VW Polo es diferente al Gol. Lo mismo sucede en la comparación del Renault Sandero, el más accesible de la marca francesa, en relación con el Kwid.

Los precios de lista de estos modelos rondaban a fin del año pasado los $10.000.000 en la mayoría de sus versiones. Había algunas excepciones como el Citroën C3, que tiene una versión a $7.971.500 y el Chevrolet Joy, también con una versión a $7.975.900.

El salario mínimo en noviembre era de $146.000.

Tomando un valor promedio (entre $9.000.000 y $9.500.000) de los modelos más accesibles, hacían falta 63,3 sueldos para comprar alguno de los autos más baratos