La pérdida de empleo se sintió con especial fuerza en la Construcción y el sector público. Subió además la cantidad de monotributistas lo que evidencia la precarización del mercado del trabajo.

La estrategia del gobierno de Javier Milei para bajar la inflación es tan sencilla como devastadora al mismo tiempo: profundizar la recesión que ya se empezaba a vislumbrar sobre el final del gobierno de Alberto Fernández de modo de liquidar la demanda y quitar tensión sobre la oferta.

Al mismo tiempo provoca recesión, la licuación de ingresos y todo ello impacta de manera directa en el mercado del trabajo.

Así quedó en evidencia en el último informe de la consultora Ecolatina que advierte que en el primer trimestre del año, la profundización de la recesión generada por las políticas impulsadas desde la Casa Rosada implicó la destrucción de 120 mil puestos de trabajo. Aunque la pérdida de empleos fue generalizada en todos los sectores, la Construcción y el sector público fueron los más golpeados.

De acuerdo con ese trabajo, desde el último pico de actividad en agosto de 2023, se perdieron casi 83 mil puestos de trabajo formales netos (-0,6%). El informe agrega sin embargo que si se acota al primer trimestre la caída se hace algo más profunda y llega a los 120 mil empleos (-0,9% desde diciembre).

Los asalariados públicos y privados registraron, en conjunto, una pérdida de casi 165 mil puestos de trabajo (-96 mil y -69 mil, respectivamente).

Por su parte, el cuentapropismo registrado -principalmente monotributo- sumó alrededor de 40 mil empleos, lo cual moderó el impacto sobre el total del empleo formal pero deja en evidencia la precarización del mercado del trabajo.

El ajuste del sector público no solamente impactó en la planta del Estado, sino también en el sector de la construcción producto de la parálisis de la obra pública (tampoco la obra privada siguió un sendero muy diferente en el recesivo primer trimestre).

En este sentido, se perdieron más de 42 mil empleos formales en este sector, lo que representa una caída del 10% en apenas tres meses.

Los otros sectores que más se vieron afectados en el comienzo del año fueron actividades empresariales (-11 mil empleos formales) y la industria (-10 mil), principalmente afectada por el freno en la actividad textil, metalmecánica, entre otras industrias ligadas a la construcción.

Entres sus conclusiones Ecolatina sostuvo que "el desplome de la actividad económica durante el primer trimestre no se tradujo en una caída sustancial del empleo asalariado del sector privado, excepto en el caso de la construcción. En parte, esto responde a que los costos asociados a los cambios en el personal desincentivan a las empresas a reaccionar rápidamente a los vaivenes".