El expresidente viajará a Caracas para velar por la transparencia de los comicios en Venezuela. En este sentido, aseguró que si el actual Presidente no es reelecto, "lo tendrá que aceptar".

El expresidente Alberto Fernández viajará esta semana a Caracas para cumplir su rol de veedor en las elecciones en Venezuela, a las que se presentó como candidato oficialista el actual mandatario, Nicolás Maduro, que ocupa ese puesto desde 2013.

"Estoy yendo para poder hablar con la oposición, escuchar antes sus preocupaciones y ver si puedo ayudar a corregirlas. Lo que quiero es que haya una elección transparente. Venezuela necesita recuperar su convivencia democrática y que los están deambulando por el mundo porque se fueron del país por la causa que fuera puedan volver", expresó diplomático este martes Alberto Fernández.

Durante una entrevista con Radio Con Vos el exmandatario argentino se refirió a las amenazas de Nicolás Maduro de que haya un "baño de sangre" si no gana una vez más, y aseguró que "si es derrotado, lo que tiene que hacer es aceptar" el resultado de las urnas.

"Como dijo Lula: el que gana, gana, y el que pierde, pierde. Punto. Se terminó. Así es la democracia", sopesó Alberto Fernández parafraseando a Luiz Inácio Lula da Silva, que volvió a la Presidencia de Brasil tras el mandato de Jair Bolsonaro, y tras sufrir una condena injusta por corrupción.

"Yo no voy a legalizar a nadie, sino que voy a hacer lo que me pidieron, que es ser un veedor de las elecciones para que todo funcione bien", aclaró por su parte Alberto Fernández.

Nicolás Maduro se enfrentará este domingo al candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien fuera embajador en la Argentina y entró a la carrera electoral en lugar de María Corina Machado, que fue vetada por el Colegio Electoral de Venezuela al estar inhabilitada por 15 años para aspirar a cargos públicos por apoyar las sanciones de Estados Unidos a ese país.

Además de presentar los comicios como una elección entre "paz y guerra", Nicolás Maduro aprovechó su campaña proselitista para antagonizar una vez más con el actual presidente de Argentina, Javier Milei, a quien tildó de "malparido nazi fascista" que intentará "sabotear" el acto cívico de este domingo.