El acusado es Néstor Soto, su compañero de Arquitectura de la Universidad, quien confesó haberla matado. Se lo juzgará por homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género.
El próximo jueves 27 de febrero, a partir de las 9 , se iniciará en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de la ciudad de Córdoba el juicio oral por el asesinato de Catalina Gutiérrez, ocurrido el 17 de julio del año pasado.
El principal acusado en la causa es Néstor Alejandro Aguilar Soto, compañero de estudios de la joven en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba. Se lo juzgará por el delito de homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género, cargos que lo enfrentan a una posible condena severa.
El tribunal estará compuesto por los jueces Horacio Augusto Carranza, quien presidirá las audiencias, junto con Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi, además de un jurado popular. Marcelo Sicardi, fiscal de cámara, será el encargado de llevar adelante la acusación en representación del Ministerio Público Fiscal.
Por su parte, Ángela Milena Burgos Niño asumirá la defensa del imputado. En tanto, los padres de la víctima, Eleonora María Wollenweider y Jorge Marcelo Gutiérrez, intervendrán como querellantes particulares, con Santiago Capdevila como apoderado y el patrocinio del abogado Carlos Hairabedian.
Según la hipótesis de la fiscalía, Néstor Soto habría asesinado a la joven en su propia vivienda, tras una discusión en la que ella le habría manifestado su falta de interés en mantener un vínculo romántico con él, luego de que él le confesara su amor.
La reconstrucción de los hechos indica que el acusado habría golpeado a Catalina Gutiérrez hasta dejarla inconsciente y posteriormente la habría estrangulado con un lazo, provocándole asfixia mecánica por estrangulamiento, la causa de muerte determinada en la autopsia.
Este juicio marcará un nuevo capítulo en la búsqueda de justicia por la muerte de la cordobesa, un caso que conmocionó a Córdoba.
El asesinato ocurrió en la noche del 17 de julio pasado, previo a que Catalina se encontrara con su novio y un grupo de amigos en un centro comercial para jugar al Bowling. Sin embargo, la joven nunca arribó. Luego que la llamaran sin respuestas, su familia localizó el teléfono de la joven en un sector alejado al centro de la ciudad. Siguiendo ese rastro, la Policía logró dar con un vehículo con signos de haber querido ser incendiado. En su interior, se halló el cuerpo ya sin vida de la joven.
Tras ser detenido, el asesino de la joven hizo una confesión ante el fiscal de la causa, José Mena: "Yo la maté, le arruiné la vida a Catalina, me arruiné la vida, arruiné la vida de nuestras familias y estoy muy arrepentido".