La diputada del PRO desmintió rotundamente las acusaciones del empleado Juan Pablo Narváez, quien la denunció penalmente por amenazas. Denunció un hostigamiento sistemático que lleva meses y aseguró que el episodio en el ascensor fue un acto de violencia simbólica y laboral. –eldiariodecatamarca.com
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La diputada provincial Natalia Saseta, del bloque del PRO, respondió públicamente a la denuncia presentada por el empleado legislativo Juan Pablo Narváez, quien la acusó de haberlo amenazado verbalmente en un ascensor del edificio de la Cámara de Diputados. Lejos de aceptar esta versión, Saseta sostuvo que lo vivido fue exactamente lo contrario, un episodio más dentro de una larga cadena de hostigamientos sufridos por parte de Narváez, que arrastra desde hace meses y que tiene como escenario principal las redes sociales y el ámbito de trabajo.
“Lo único que es cierto de eso que él bien lo dice, es que lo eliminé de mis redes sociales por el hostigamiento constante que vengo sufriendo de esta persona. Podés entrar a cualquier medio, a cualquier publicación, y ver cómo me hostiga en redes sociales. Para no tener que ver eso, lo eliminé. Quienes estamos en un rol representativo, que luchamos por determinados valores e ideales, no coincidimos en cosas, pero todo tiene un límite. Y el mío fue cuando sufrí el hostigamiento de esta persona”, expresó la legisladora en una extensa entrevista con el periodista José Alsina Alcobért, para el programa La Mañana en La Isla (FM 107.9).
Según Saseta, el episodio puntual que derivó en la denuncia se produjo en un ascensor de la Cámara, donde tuvo “la mala suerte” de cruzarse con Narváez. Allí, relató, recibió una serie de agravios verbales por parte del empleado, “Me atacó en el ascensor… me dijo cosas tremendas, irrepetibles, porque me afectan como mujer. Insinuó que le saco el sueldo a mis empleados. Yo le respondí que para todo lo que estaba diciendo tenía que tener pruebas, porque le iba a mandar una carta documento. En ese momento me dice: ‘¿Me estás amenazando?’. Y le dije que ejercer mi derecho no es amenazar”.
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También, aseguró que tras ese cruce verbal quedó en estado de conmoción, “Entré a mi oficina en shock, en pánico. Logré contarle a mi secretaria lo sucedido, pude reponerme y bajé a la sesión porque se estaba tratando un proyecto que me interesaba. Cuando terminó la sesión, se me acercó una persona de seguridad y me dijo: ‘Disculpe diputada, lo que usted vivió con ese empleado es una falta de respeto. Usted no puede permitir que le grite de esa manera’. Como estaba en shock no vi a nadie más en ese momento, pero esta persona me dijo que escucharon todo”.
Denuncia formal y respaldo institucional
Tras el episodio, Saseta se presentó ante la presidenta de la Cámara de Diputados, Paola Fedeli, y le solicitó que tome cartas en el asunto. Según relató, se pidió el acceso a las cámaras de seguridad, se presentó formalmente en la Unidad de Violencia de Género y presentó una denuncia detallando lo vivido, acompañada por capturas de pantalla de los supuestos hostigamientos digitales, “Esto no es de ahora, viene desde hace un tiempo. En la Justicia presenté capturas de pantalla de todos los hostigamientos que vengo sufriendo hace meses por parte de esta persona. Y no soy la única opositora que sufre este hostigamiento: hay otras diputadas y mujeres de la oposición que también son hostigadas constantemente”.
Además, calificó los dichos recibidos como un acto de violencia simbólica, de tinte machista, “Lo que sucedió en el ascensor… no quiero repetir lo que dijo, pero es gravísimo. Habló de mí como si yo hubiera llegado al poder ‘haciendo determinadas cosas’, como lo dicen muchos hombres en esta jerga machista de que las mujeres llegamos al poder por acostarnos con alguien. Eso es violencia simbólica. Y también es violencia digital. Por eso lo denuncié”.
Desmintiendo una de las afirmaciones centrales que Narváez planteó en su denuncia, donde el empleado dice haber sido amenazado con la pérdida de su empleo. Para la legisladora, eso es un invento posterior al escándalo, “Si vos entrás a su publicación de ayer en Facebook, él cuenta todo lo que sucedió, supuestamente, con lujo de detalle. Pero en ese posteo no dice nada de que yo lo amenacé con que se iba a quedar sin trabajo. ¿Por qué no lo puso ahí? ¿Se le ocurrió después, cuando yo lo denuncié? Como todo violento: ‘te pegué porque me engañaste’ o ‘te hice esto porque vos me amenazaste’. Eso es lo que me preocupa, esa lógica”.
Consultada sobre la posibilidad de un pedido de disculpas mutuo, Saseta sostuvo que estaría dispuesta a aceptar disculpas, pero con condiciones claras, “Somos personas, nos equivocamos… así como me he equivocado muchas veces, seguramente esta persona es pasional y se le fue de las manos. Ojalá que no lo viva nadie más. Por supuesto que acepto las disculpas, y es por eso que mis abogados están elaborando una carta documento para que se redima de sus dichos. Porque no es gratuito lo que hizo. Dijo que la diputada amenazó a un empleado… y eso salió en todos los medios. Yo tengo una familia, tengo un hijo, tengo amigos… No quiero que me moleste más. No quiero que me nombre más. Solo quiero que cese el hostigamiento”.
Por otro lado, confirmó que solicitó medidas restrictivas ante la justicia y pidió al área administrativa que se tomen acciones, “Pedí que no se pueda acercar a mí. No quiero afectar su situación laboral, lejos de eso… Solo quiero que me deje de molestar. No quiero cruzármelo más. No quiero entrar a la cámara con miedo, ni subir al ascensor con ansiedad. No es justo vivir eso en un ámbito laboral”.