Espera que tras las elecciones finalice la intervención para controlar al dólar. El mercado cree que la prueba de fuego es el compromiso de US$4500 millones.

En la semana que finaliza el Gobierno de Javier Milei debió arriar -con pena y sin gloria- una de las principales banderas del ideario libertario y anunciar - sin anuncio formal y sí a través de una red social- que a partir de este miércoles comenzaría a intervenir en el mercado de cambios para evitar que el dólar se dispare.

Es uno de los primeros sapos "económicos" que el Gobierno debe tragarse en lo que va de la gestión y llegó en un momento inesperado y no deseado en despachos oficiales, justo en medio de la campaña electoral bonaerense, que según muchos analistas y hasta el propio Gobierno, tiene resultado incierto.

En ese sentido, el hecho de que la economía tenga un listado urgente de temas que piden entrada a boxes para hacer los ajustes necesarios, no es una buena noticia para el Gobierno y el equipo económico comandado por Luis "Toto" Caputo. Mucho menos lo es que en el terreno que más y mejor domina el Ejecutivo, esto es en la economía, haya tenido que reducir libertades. En este caso, libertad de comprar y vender dólares al precio que marque el mercado.