La mujer de 64 años fue detenida por la Policía de Córdoba luego que encontraran los cuerpos en dos habitaciones de la vivienda. Un llamado anónimo advirtió sobre el olor nauseabundo.

Una mujer de 64 años que convivía con los cadáveres de sus hermanos en un barrio de la ciudad de Córdoba, fue detenida este viernes en un caso que conmociona a la Capital provincial.

El macabro hallazgo tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle Claudio Wieland al 7000, en el barrio Argüello Norte. Una llamada anónima alertó a las autoridades sobre un olor nauseabundo que provenía de la vivienda. 

Al llegar al lugar, cerca de las 10:30, la Policía se encontró con una escena aterradora: dos cuerpos sin vida, encintados para ocultar el olor, en diferentes habitaciones.

La dueña de casa le negó el ingreso a los oficiales, que igualmente lo hicieron. Según las declaraciones que hizo posteriormente al descubrimiento, los cadáveres pertenecían a sus hermanos; uno de ellos, un hombre de 71 años, habría muerto hace entre cuatro y cinco meses atrás, mientras que la otra, una mujer de 61, llevaría aproximadamente 10 días fallecida.

Se cree que podría haberse tratado de un pacto entre hermanos que hizo que la sobreviviente mantuviera los cuerpos dentro de su vivienda.

Los cuerpos, según los peritos, no mostraban signos de violencia ni heridas por arma de fuego. Sin embargo, se espera que una investigación más exhaustiva revele el tiempo exacto que llevan fallecidos y las causas que derivaron en su muerte. 

Los hermanos Reinhardt se habían mudado hace varios años a Argüello Norte. Se instalaron en la casa de calle Wieland, una vivienda de amplias dimensiones, con varias habitaciones y un extenso parque.

Vecinos de la cuadra y alrededores admitieron que la vida de los adultos mayores era “misteriosa”. Se los veía poco en la calle y solo salían a hacer algunas compras por la noche. Uno de los vecinos comentó que hacía nueve meses que no veía a los fallecidos, lo que sugiere que podrían haber muerto hace más tiempo del que calcularon los especialistas de la Policía Judicial que levantaron los cadáveres. “El hombre solía salir al banco con una valijita y un sombrerito. Luego, nunca más los vimos”, señaló.