El presidente de Estados Unidos anunció una pausa para países no confrontativos como Argentina, pero endureció su política comercial contra Beijing.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este miércoles al anunciar una tregua arancelaria de 90 días para más de 75 países, entre ellos la Argentina, en medio de una creciente incertidumbre económica global. Sin embargo, la medida vino acompañada de un aumento drástico de tarifas para China, a quien acusó de violar normas comerciales y provocar desequilibrios sistemáticos.

Desde su red Truth Social, justificó su decisión de alivio parcial explicando que “la mayoría de los países han preferido el diálogo en vez de tomar represalias”. Por eso, autorizó una “reducción sustancial” del arancel recíproco del 10% durante el período de gracia.

No obstante, mantuvo un arancel base de 10% para casi todas las importaciones y confirmó gravámenes adicionales para regiones como la Unión Europea, que ahora tributa un promedio del 20%.

El caso de China fue tratado de forma radicalmente distinta. El republicano dispuso que, con efecto inmediato, los aranceles a las importaciones chinas escalarán del 104% al 125%, una cifra sin precedentes que promete tensar aún más las relaciones bilaterales. “China ha demostrado una total falta de respeto a los mercados”, sostuvo Trump, endureciendo su retórica proteccionista en plena campaña electoral.