La Secretaría de Energía está trabajando en una serie de medidas para evitar que los usuarios residenciales sufran cortes de electricidad en los picos de demanda de la época veraniega.
El Gobierno Nacional presentó un plan con una serie de medidas que implementará para evitar que los usuarios sufran cortes de electricidad en los picos de demanda del verano, producto de la crisis por el desfinanciamiento de los últimos años.
El comunicado dado a conocer este miércoles por la noche se detalla que entre las medidas del segmento generación, se encuentran la importación de energía y potencia de Brasil en días críticos; la gestión con Paraguay para aumentar los intercambios de Yacyretá y el diseño de un mecanismo de incentivos a la disponibilidad de generadores térmicos.
A su vez, en el sector transporte, se trabajará en la disponibilidad de cuatro transformadores de reserva, mientras que en el segmento distribución se establecerá un mecanismo de gestión de reducción de demanda a los grandes usuarios (industrias), voluntario, programado y remunerado.
Además, en el escrito difundido por la cartera encabezada por Eduardo Rodríguez Chirillo se menciona que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) instruirá a las empresas distribuidoras del AMBA (Edenor y Edesur) a presentar un Programa de Atención de Contingencias para sus nodos críticos.
Según se detalla en el denominado Plan Verano 2024 - 2025 entre las acciones que llevará adelante el Gobierno nacional no están previstos los cortes programados a usuarios residenciales.
Desde la Secretaría se de Energía se señala que “estas medidas son imprescindibles por la crisis que vive el sector energético debido a la falta de inversión y mantenimiento en los últimos 20 años, que llevaron al sistema al borde del colapso”. “Por esta situación crítica, el Gobierno en el inicio de su gestión declaró la emergencia del sector energético nacional en todos sus segmentos: generación, transporte y distribución”, sostiene el comunicado.
A esto se suma particularmente durante el verano la parada técnica de la Central Nuclear Atucha I; la situación coyuntural hidrólógica de Brasil; y las extensas olas de calor que se pronostican, que demandarían 30.700 MW, superando así el pico histórico de 29.653 de febrero de este año.