La apertura de París 2024 será la primera en la historia de las Olimpíadas en realizarse fuera de un estadio. El circuito por el río Sena y el recuerdo de algo similar, en el Mundial de 1998.

“Estamos preparando una ceremonia inaugural única que, espero, enorgullecerá al pueblo francés”, dijo hace unos meses el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024. Y al menos al nivel de las pretensiones, se tratará de un espectáculo inédito.

La de París 2024 será la primera inauguración en la historia de los Juegos Olímpicos que no se llevará a cabo en un estadio. Comenzará a las 14:30 horas de Argentina y se podrá ver por TyC Sports, TV Pública y el canal de YouTube de Claro Sports. Buscará involucrar a todo el pueblo francés y teñir de deporte las calles (y los ríos) parisinos. Se realizará, en gran parte, a lo largo del río Sena y los 10.500 atletas harán en 85 barcos un recorrido náutico de 6 kilómetros mientras desde los muelles los saludan los fanáticos. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos en la historia de los JJ.OO. y tendrá una duración de casi 3 horas y 45 minutos. Comenzará en las orillas del Sena con 3.000 bailarines y actores que se dispersarán en 12 grupos diferentes para dar un show simbólico, que represente a Francia como un país de “diversidad” y que celebre al “mundo entero reunido”, según expresó el encargado del espectáculo, el director artístico Thomas Jolly.            

Luego, una vez en el agua, los deportistas partirán desde el puente de Austerlitz, junto al Jardin des Plantes, y rodearán las islas Île Saint Louis e Île de la Cité. Pasarán por debajo de una decena de puentes y vislumbrarán algunos de los estadios en donde se llevará a cabo la competición (París albergará 30 disciplinas, más otras 15 que se desarrollan en el área metropolitana de la ciudad). Además, se prevén algunas sorpresas en cada uno de los monumentos que rodeen, cómo Notre-Dame, el museo del Louvre o la Torre Eiffel, ya decorada con los tradicionales anillos olímpicos. Volverán a tierra en la plaza Trocadéro, donde está previsto que continúe el espectáculo.

La seguridad será un desafío grande para el gobierno francés y Macron lo sabe. “El riesgo cero no existe y es importante hacer todo lo posible para minimizar ese riesgo”, dijo hace unos meses. Y es que se estima que acudirán 320.000 personas, ya que la entrada (a excepción de ubicaciones preferenciales) será gratis y abierta a todos los residentes parisinos. El Servicio Olímpico de Difusión (OBS, por sus siglas en inglés) describió el evento como “la mayor producción nunca antes realizada en términos de equipamientos y recursos de difusión”. Y hay argumentos para calificarlo de esa forma.

En los barcos de los atletas habrá más de 200 smartphones que tendrán como objetivo dar a conocer la perspectiva de los deportistas durante la ceremonia. Además de los celulares, habrá ocho drones, tres helicópteros y cuatro barcos estabilizados y “equipados de sistemas de cámaras especiales”, para no dejar sin cubrir ningún posible enfoque. Según el OBS, París 2024 tendrá el triple de cámaras que las que tuvo Tokio 2020 (atravesado por la pandemia de Covid-19 y disputado en 2021) y se espera que a lo largo del mundo haya casi mil millones de televidentes.

El recuerdo de Francia 1998

La ceremonia inaugural será inédita para unos Juegos Olímpicos, pero se halla un intento similar cuando se desempolva la historia. Francia fue anfitrión del Mundial de fútbol de 1998 y en ese entonces también llamó la atención por un espectáculo desarrollado en las calles de París y no en un estadio. Aquella contó con cuatro muñecos gigantes de 20 metros y 30 toneladas que eran representativos de los continentes: Romeo (azul) representaba a Europa; Ho (amarillo), a Asia; Pablo (naranja), a América y Mouse (negro) a África. También tuvo autos futuristas, humanoides, insectos, plantas y otras figuras que decoraron la Plaza de la Concordia. Y contó con la presencia de Ricky Martin, que fue el autor de La copa de la vida, la canción de aquella Copa del Mundo. Fue innovadora, millonaria y vista por miles. Sin embargo, los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 pretenden que su ceremonia inaugural constituya un suceso tremendamente mayor.