El Congreso amaneció con un fuerte operativo de seguridad
Organizaciones sociales se concentran frente al Palacio legislativo en rechazo al proyecto de reformas económicas. El operativo de seguridad busca evitar que corten las calles.
Mientras en el recinto de la Cámara de Diputados se sucedían los discursos en medio del debate por la ley ómnibus, en las inmediaciones del Congreso volvió a registrarse un fuerte clima de tensión entre manifestantes de izquierda y las fuerzas policiales.
En el lugar hubo corridas, empujones y al menos un militante detenido. También hubo varios heridos y diputados que abandonaron el recinto para plegarse a las protestas.
El jueves, piqueteros, partidos de izquierda y organizaciones sociales que se concentraron frente al Congreso en rechazo de la Ley Ómnibus se enfrentaron con la Policía, que se desplegó para impedir el avance de la marcha e intentó aplicar el protocolo antipiquetes para evitar el corte de tránsito de la Avenida Rivadavia, que igualmente se concretó.
Los enfrentamientos de los manifestantes con las fuerzas federales en la plaza frente al Palacio Legislativo fueron por el corte de calles, que las fuerzas trataron de impedir con la aplicación del protocolo antipiquete dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El avance de los agentes de fuerzas federales en los alrededores del Palacio Legislativo, que incluyó carros hidrantes, se produjo durante la tarde del miércoles en plena sesión por la Ley Ómnibus. Pese a las órdenes que recibieron las fuerzas de seguridad de desalojar las calles de los alrededores al edificio parlamentario, las mismas llegaron a quedar ocupadas tanto por los efectivos como por los manifestantes.
La tensión se generó cuando los policías avanzaron sobre los manifestantes para incautarles los palos en los que portaban sus banderas, por considerar que eran “elementos contundentes”. La cantidad de militantes, que fue escasa durante buena parte de la jornada, comenzó a aumentar por la tarde. A las organizaciones de izquierda se sumaron otras como el Movimiento Evita. En medio de la tensión, el dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni sufrió una “descompensación”.
Según afirmaron sus seguidores, Belliboni fue afectado por el gas lacrimógeno, por lo que terminó tendido en el piso -como ya lo había hecho el miércoles- y fue atendido por el SAME. Entre los manifestantes también hubo otro hombre que resultó herido, con la nariz sangrando, al tiempo que varios reporteros gráficos y militantes de distintas organizaciones fueron alcanzados por disparos de balas de goma.