Aunque ya se sabía que Impsa sería la primera empresa privatizada por Javier Milei, la operación se confirmó recién hoy.
Tal como se preveía la metalúrgica mendocina IMPSA pasó finalmente a manos privadas este martes y se convirtió así en la primera privatización del gobierno de Javier Milei tras la firma del traspaso del paquete accionario de la histórica empresa al grupo estadounidense ARC Energy.
“Hoy concretamos la primera privatización del gobierno de Javier Milei con la firma del contrato de transferencia de las acciones clase C de IMPSA al consorcio IAF, liderado por ARC Energy. Con este paso, la empresa vuelve a manos privadas para potenciar su crecimiento y generar empleo genuino”, informó la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado.
Y agregó: “Aspiramos a que IMPSA recupere su liderazgo en la industria energética global, genere empleo genuino y siga contribuyendo al desarrollo industrial del país”.
El 8 de enero pasado, el Ejecutivo había firmado la preajudicación de las acciones de Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima (IMPSA). Los compradores tenían hasta el 31 de dicho mes para negociar la deuda con los acreedores de la compañía por 576 millones de dólares, pero solicitaron una prórroga.
Según indicaron desde el ministerio de Economía que encabeza, Luis Caputo, para sellar de manera definitiva el traspaso, ARC Energy debía obtener la conformidad de los acreedores para su renegociación. Una vez cumplida esa condición, se redactaría el contrato de compra-venta de acciones para su posterior transferencia.
El Estado tenía el 63,7% del paquete accionario de IMPSA, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP) desde 2021 y necesitaba controlar el 21,2% que estaba en manos de la provincia para poder finalizar el proceso de venta. En tanto, el resto de las acciones se reparten entre el 9,78% de un fondo de acreedores y el 5% que conserva la familia Pescarmona, histórica propietaria.
La vuelta a manos privadas de IMPSA había comenzado en abril de 2023, cuando el directorio tomó la decisión de vender parte de las acciones. Pero los tiempos se aceleraron con la llegada del gobierno de Milei, que aseguró desde el inicio de la gestión que tenía un plan para pasar a manos privadas todas las firmas que funcionaran bajo la órbita del Estado.
La privatización de IMPSA
La intención oficial era cerrar la privatización antes de fines de 2024, pero la oferta del único grupo que se presentó al proceso de licitación, la estadounidense ARC Energy, y algunas condiciones no convencieron al Gobierno, por lo que la operación se demoró.
ARC Energy había propuesto una capitalización de 27 millones de dólares en la metalúrgica a mediano plazo y pidió poder renegociar los contratos que IMPSA tiene con otras empresas con participación estatal, como YPF, Yacyretá, Nucleoeléctrica -que gestiona las centrales nucleares- y el Ministerio de Defensa.
Según los datos del Gobierno, IMPSA arrastra una deuda de más de 570 millones de dólares, principalmente con el Banco Nación, el BICE y el BID, que los inversores estadounidenses buscan renegociar y tener un principio de acuerdo para el mes próximo.
La histórica metalúrgica realiza trabajos en el país para la represa Yacyretá; las tres centrales nucleares que gestiona Nucleoléctrica, YPF y otras petroleras que operan en Vaca Muerta, así como grandes compañías a nivel local e internacional. Emplea hoy a 660 trabajadores. En Mendoza la expectativa es que la privatización reactive las operaciones.