La nueva logística del ministerio de Defensa busca mejorar la cantidad y calidad de las comidas para 20 mil efectivos.

El Ministerio de Defensa cambió la logística de distribución de alimentos para los soldados del Ejército, descentralizando el sistema que hasta 2023 dependía del Mercado Central. Esta medida otorga a las provincias y distritos la responsabilidad de garantizar el abastecimiento directo de alimentos a los integrantes de las Fuerzas Armadas.

De esta manera, la cartera dirigida por Luis Petri busca resolver problemas de retrasos, escasez y falta de variedad en la provisión alimentaria que afectaban a los 20.000 soldados en servicio. Desde el ministerio argumentan que, gracias a esta descentralización, ahora las unidades militares reciben alimentos en cantidad y calidad suficientes para sus actividades, que incluyen guardias, adiestramiento y tareas de guarnición.

Hasta el momento, 308 cuarteles, institutos y unidades están en proceso de regularizar su situación alimenticia, tras haber enfrentado fallas en los últimos años. 

El Mercado Central había sido el encargado de proveer los alimentos, a través de un acuerdo que, según Defensa, resultaba en un costo superior en un 35%. Además, los tiempos de entrega variaban drásticamente según la región: en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) los alimentos tardaban unos 20 días en llegar, mientras que en el resto del país los retrasos podían alcanzar entre 30 y 40 días, lo que generaba desabastecimiento en algunas zonas y diferencias en la cantidad y variedad de los alimentos.

Algunas de las críticas más duras al antiguo sistema se centraban en la recepción de alimentos en mal estado en ciertos destacamentos. Este problema afectaba las operaciones diarias, provocando que los efectivos tuvieran que adelantar sus relevos para poder comer en sus casas, lo que a su vez reducía la cantidad de personal en servicio y limitaba las actividades.

En 2022, la Armada también enfrentó recortes en sus actividades, al punto de modificar los horarios de trabajo de su personal civil y militar para reducir el consumo de alimentos y los costos operativos. Esa medida fue implementada mediante un radiograma reservado que instaba a minimizar los gastos de funcionamiento hasta que llegaran refuerzos presupuestarios.

En 2023, bajo la gestión del anterior ministro de Defensa, Jorge Taiana, se había intentado impulsar el autoabastecimiento del Ejército, incrementando la producción de algunos alimentos en su propia Dirección de Remonta y Veterinaria. Sin embargo, este proyecto fracasó debido a problemas estructurales y la falta de recursos presupuestarios.