Según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la actividad manufacturera trabajó en el séptimo mes del año con el 60,6% de su capacidad instalada y casi un 20% tuvo dificultades para pagar salarios.

En medio de la fuerte recesión, la actividad industrial pyme cayó un 17,8% en junio respecto del mismo mes del 2023. De esta manera, acumula ocho meses en baja, según informó la Confederación Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME).

De acuerdo al informe, la actividad lleva una retracción de 18,6% en los primeros siete meses del año. Además, en relación a junio, la producción bajó 1,8% y el 18,3% de las pequeñas y medianas empresas tuvo dificultades para pagar salarios.

“Es el octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado, pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna. Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos”, sostuvo la entidad sobre los resultados que surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) con una muestra que alcanzó a 414 industrias pyme a nivel federal.

La actividad industrial pyme, sector por sector

De acuerdo al informe de CAME, seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron fuertes caídas en la comparación anual, siendo los más afectados los rubros químicos y plásticos (-27,5%), papel e impresiones (-26,9%) y metal, maquinaria y equipo (-18,2%).

Alimentos y bebidas: registró caída del 14,9% anual a precios constantes en julio y de 2,6% mensual. Con respecto a lo que va del año, acumula una baja del 17%. Asimismo, indicaron que las industrias operaron con el 61,6% de su capacidad instalada, niveles muy bajos para un sector que tradicionalmente fue más resistente a las fluctuaciones económicas. “Las empresas están produciendo muy por debajo de su potencial. Esto afecta su rentabilidad y obliga a mayores esfuerzos para sostener el personal y las inversiones”, indicaron. “Se produce en función de un mercado más pequeño y el 24,4% de las empresas manifestó problemas para pagar salarios en julio”, añadieron.

Textiles e indumentaria: se retrajo 5,2% anual en julio y 4% frente a junio en la medición sin estacionalidad. Para los primeros siete meses del año acumula una caída del 3,35%. Las industrias operaron con el 60,9% de su capacidad instalada, muy por debajo de lo que fue el primer semestre, donde se promedió un 70%. Además, el 24,5% de las empresas del sector tuvo problemas para pagar salarios en el mes. “Hay menos pedidos de producción y a las empresas les está costando mantener la estructura fija. Algunas comenzaron a prestar más atención al reciclado de los desperdicios tratando de obtener un mercado adicional. Pero hay menos rotación de prendas en las familias y la industria lo está sintiendo tanto como el comercio”, sostuvieron en CAME.

Maderas y muebles: el julio este sector cayó 16,9% y 1,5% en la comparación con el mes previo. En el período enero-julio la actividad cayó 17,9% frente a los mismos meses del año pasado. Operaron con el 60% de su capacidad instalada, 14 puntos por debajo del primer semestre, y con niveles de actividad tan bajos que el 19,2% de las empresas tuvo problemas para pagar salarios. “La caída en el poder adquisitivo de los consumidores ha reducido el gasto en bienes durables como son los muebles, que tradicionalmente se demandan en épocas de mayor bonanza. Si bien hay menos faltantes de insumos, los precios de las últimas semanas del mes mostraron un aumento que preocupó a algunas empresas”, explicaron.

Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte: este sector tuvo una contracción del 18,2% en julio y de 0,5% en comparación mensual. En lo que va del año acumula una caída del 21,3% en frente a los mismos meses de 2023. Operaron al 59,1% de su capacidad y el 14% tuvo problemas para pagar sueldos.

Químicos y plásticos: este sector sufrió una contracción del 27,5% anual y del 2,2% en comparación con junio. Además, acumula una caída del 26,6% en los primeros siete meses del año frente al mismo período de 2023. Durante este mes, las industrias operaron con el 60,5% de su capacidad instalada, mientras que el 19,4% de las empresas tuvo problemas para pagar salarios.

Papel e impresiones: la actividad cayó un 26,9% y mostró un repunte de 0,2% en la comparación con el mes anterior. Se trata del único sector que creció en el mes, aunque en lo que va del año acumula una caída de 21,2%. Las empresas operaron con el 62,8% de su capacidad instalada y el 13,7% tuvo problemas para pagar salarios en el mes de julio. Más allá de la caída generalizada en la demanda, el sector enfrenta una disminución estructural por la creciente digitalización. Con más consumidores y empresas optando por soluciones digitales en lugar de impresiones físicas, la demanda de papel y productos impresos viene disminuyendo sustancialmente, precisaron desde CAME.