Argentina acusó al gobierno de Bolivia, encabezado por Luis Arce, de orquestar un autogolpe y desde La Paz salieron a cruzar a la Cancillería.

El gobierno de Javier Milei abrió un nuevo conflicto diplomático, esta vez con Bolivia, tras acusar al presidente Luis Arce de orquestar un autogolpe en medio de la interna que vive el oficialismo en el país vecino.

Quien salió al cruce de la acusación del gobierno de Milei fue la viceministra de Comunicación de Arce quien exigió respeto a su par de Argentina luego de que la Casa Rosada repudiara “la falsa denuncia de golpe de Estado” en referencia al levantamiento militar que tuvo lugar en Bolivia la semana pasada.

“Nosotros siempre hemos mantenido una posición de respeto y vamos a exigir el mismo respeto al tema de injerencia”, dijo la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, en una primera reacción al comunicado de la oficina del presidente Milei.

Alcón adelantó además que en las próximas horas la cancillería boliviana emitirá un comunicado más extenso sobre este cruce.

En tanto Arce destacó el apoyo de la comunidad internacional a su gobierno y rechazó las acusaciones de un supuesto autogolpe como manifiestan varios sectores políticos, entre ellos su antiguo aliado y hoy adversario político al interior del oficialismo, el expresidente Evo Morales.

El gobierno argentino, a través de la Oficina del Presidente, publicó el domingo un polémico primer mensaje oficial sobre lo ocurrido el miércoles pasado en Bolivia y, en línea con lo expresado anteriormente por Cancillería, sostuvo que se trató de “una falsa denuncia de golpe de Estado”.

“La oficina del presidente de Argentina repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”, señala un comunicado de prensa publicado en la red social X.

“Gracias a los reportes de inteligencia, el Gobierno Nacional mantuvo la calma y la seguridad frente a los hechos denunciados. El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto sociopolítico del país latinoamericano”, sigue.