Según la CAME, hubo estadías más cortas, gastos recortados y 11,9% menos de turistas con respecto al año pasado.

La crisis económica impactó de lleno en las vacaciones de invierno, que reflejan menos turistas, bajo consumo en actividades y estadías más cortas.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en base a información brindada por entidades provinciales y municipios, informó que viajaron 4,9 millones de personas, 11,9% menos que el año pasado. La estadía media bajó de 4,5 días en 2023 a 4,1 este año y el gasto diario en promedio fue de $59.890, que a precios reales (es decir, descontando la inflación) resultó 3% inferior a la temporada pasada.

Además, estas vacaciones de invierno se caracterizaron por una reducción de los encuentros culturales, especialmente musicales, que fueron más discretos, incluso en las fiestas populares se pudo observar menor presencia de bandas con convocatorias masivas. En cambio, hubo abundantes competencias deportivas.

Fue un invierno frío lo que provocó que las playas estén menos concurridas que otros años, y un visitante que se inclinó a opciones termales, montañas, nieve y campo. También impactó la finalización del programa PreViaje. Muchas ciudades compararon este invierno con los resultados obtenidos entre 2017 y 2019.