El armado nacional libertario, encabezado por Karina Milei, eligió CABA y Provincia de Buenos Aires para demostrar que será posible encontrar defensores del Gobierno sin depender de nadie más.
Con el ampuloso título de Escuela de Formación, Debate y Análisis Político, Sebastián Pareja va reconstruyendo el camino de La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, en la provincia de Buenos Aires, lugar donde un altísimo porcentaje de los dirigentes electos en octubre pasado volvieron rápidamente al lugar de donde salieron circunstancialmente para llenar las listas de los concejos deliberantes, el PJ y el kirchnerismo.
De bajo perfil aún, sin pretender dar entrevistas que lo posicionen como una de las tantas estrellas fugaces que aparecen en el firmamento libertario, Pareja aprovechó el momento de buena sintonía y receptividad con los funcionarios nacionales más importantes para aparecer con Martín Menem en una actividad realizada en el auditorio de la Universidad de Morón, en el oeste del Gran Buenos Aires.
La escuela tiene como objetivo captar dirigentes que quieran sumarse a "las fuerzas del cielo" sin que los manden los intendentes o gobernadores para que luego vuelvan a su lugar original, como pasó en todas las provincias y territorios. Además, es un ámbito donde los concejales y legisladores pueden buscar más puntos de encuentro con un espacio poco propenso a debatir política y proyectos de corto, mediano y largo plazo.
“Tenelo en cuenta a Sebastián Pareja” fue uno de los tantos pedidos que le realizó a Diego Valenzuela el presidente Milei en la charla donde avanzaron mucho en la construcción de un espacio oficialista con incidencia de los dirigentes del PRO que se quieran sumar con Patricia Bullrich como figura estelar en la posterior negociación con Karina Milei, el jefe de todo este proceso monitoreado por el especialista en comunicación social Santiago Caputo.
Esta confluencia de miembros del PRO con los libertarios, sin embargo, no tiene nada que ver con la que ideó Mauricio Macri hace varios meses cuando armó el Pacto de Acasusso en la que, rauda, Bullrich aceptó el Ministerio de Seguridad sin contemplar un acuerdo mucho más global como lo fue el que mantuvieron con los radicales en el pasado cuando se armó Cambiemos.
Si bien en 2015 las condiciones eran diferentes y los radicales más los "lilitos" de Elisa Carrió compitieron en una interna PASO contra Macri, y de ahí luego salió el orden del poder posterior, en 2023 el expresidente se decidió a apoyar a Milei no solo porque creía en sus ideas sino, además, porque pretendía que la decisión demostrada en toda la campaña por el “loco de la motosierra” fuera secundada con la experiencia de exfuncionarios de su gestión para así asegurarse el éxito de la nueva experiencia liberal, mucho más anárquica que la suya.
Esto último no pasó. Ni tampoco llegó esa “confluencia natural” de la que habló el actual presidente cuando expuso, en febrero, que un acuerdo con el macrismo iba a darse naturalmente y con los dos sectores contenidos correspondientes. Paulatinamente, Macri, “el presi” para Milei, tomó nota que Guillermo Francos y Karina Milei, cada uno con sus formas y sus procedimientos, fueron enamorándose más de un panperonismo menemista que de un frente con el PRO.
Bullrich, quien ya había tenido más de un encontronazo con su jefe durante la campaña, al cual acusaba de haber apoyado más a Milei que a ella, directamente se emancipó a la hora de la negociación y con el paria de Luis Petri, poco radical y poco del PRO, y antiguo compañero de fórmula, le propusieron, elípticamente, una solución alternativa al presidente electo. Incorporar a la fórmula de Juntos por el Cambio a su Gabinete y con eso cerrar el capítulo de que no les pagó al macrismo.
De ahí en adelante empezó una gran aventura de cuentapropistas que trabajaron para ser los más eficientes servidores públicos al proceso libertario en las cámaras legislativas, pero eso no traccionó a los gobernadores, que siguieron inmutables con sus propios intereses y necesidades.
El próximo sábado, en Luis Guillón, Bullrich y Valenzuela, en representación del PRO, armarán un encuentro con Sebastián Pareja en el que se oficializará esta línea que tensará aún más las relaciones con “el presi” pero que también tienen el sustento de las ideas que siempre remarcó Macri con respecto de Milei. Previo a las PASO, pedía que lo cuidaran y siempre trabajó para incorporarlo a Juntos por el Cambio. Luego del Pacto de Acasusso apoyó plenamente que la experiencia saliera bien.
“Hoy nuestro electorado quiere que le vaya bien y tenemos que apoyarlo”, coinciden los excambiemistas que apoyan el armado de un frente en común y los otros que quieren tomarse más tiempo para una decisión tan profunda que los podría llevar a convertirse en los radicales del viejo Cambiemos, es decir, un apéndice de LLA. Esa tensión irá creciendo con el correr de los meses y la suerte del Ejecutivo nacional.
Mientras tanto, Milei y su hermana aprovechan la necesidad de los que no quieren perder un milímetro en el poder, a los que en campaña acusaban de formar parte de “Juntos por el cargo”, para seguir engordando su propia estructura. Martín Menem es la cara amable y de moda que apoya Karina para ese armado mientras Guillermo Francos y Lisandro Catalán aprovechan los llamados de todos los intendentes y gobernadores para ver qué pueden pescar en este río revuelto.
Mientras esto sucede, un filoso y paciente observador de la dinámica política provincial y nacional, que más de una vez es consultado por unos y otros, reflexionó en una charla informal. "Para qué se meten a hacer lo que no saben... Tienen que dedicarse a gobernar y resolver los problemas de la gente. Milei ganó sin un solo cargo ni estructura. Luego, con el éxito de la gestión, todo decanta naturalmente", sostuvo.