El Boletín Oficial de este martes llegó con la novedad de que el Gobierno amplió el "secreto militar" para la realización de obras y adquisición de armamento.
El Poder Ejecutivo amplió el secreto para la adquisición, fabricación, construcción de obras de infraestructura y la importación de material relacionado con la incorporación de los cazas F-16 para la Fuerza Aérea Argentina.
La medida se relaciona con la inversión que hizo el Gobierno vinculada al expediente NºEX-2024-05198131-APN-DGPPYP#FAA, que desde abril pasado tenía un compromiso de confidencialidad por la compra de los 24 aviones F-16AM/BM Fighting Falcon fabricados por Lockheed Martin.
La decisión de ampliar el secreto se conoció en el Boletín Oficial mediante el decreto N°807/24 que firmaron el presidente Javier Milei y el ministro de Defensa, Luis Petri.
El "secreto militar" que establece el decreto para los gastos de infraestructura, se vincula con la adecuación de la VI Brigada Aérea Tandil y otras obras en el Área Material Río Cuarto.
Esta última dependencia es el núcleo de mantenimiento de las aeronaves de dotación en la Fuerza Aérea. "El Área de Material Río IV se encuentra constituida por el Grupo de Mantenimiento, el Grupo Base y el Escuadrón Abastecimiento, y cumple con la misión de realizar el mantenimiento de aeronaves, de sus componentes asociados (aviónica, hélices, motores) y de armamento terrestre, y de ejecutar mantenimiento, determinación, almacenamiento y distribución de los materiales asignados, a la vez que participa en proyectos de desarrollo y fabricaciones y en la definición de procedimiento técnicos y logísticos aplicables al material puesto bajo su responsabilidad", según define la propia fuerza.
En los considerando de la norma se lee que la realización de obras de infraestructura en la VI Brigada Aérea Tandil y en el Área Material Río Cuarto "resultan imprescindibles para la adecuación de las instalaciones tales como pista, calle de rodaje, plataforma, hangares, depósitos de material sensible y centro de instrucción y la importación de material sensible, tales como partes integrantes de las aeronaves como motores, repuestos, armamento real y de entrenamiento".
La norma se ampara en el decreto 9390/63, donde se considera "secreto militar" a las "adquisiciones, fabricaciones, construcciones y lo relativo a sus negociaciones y trámites" y conlleva también la importación de material que compromete a la Defensa Nacional "resultando, por tanto, necesario amparar dicho procedimiento bajo el Secreto Militar de aplicación del Decreto Nº 9390/63, como el conjunto de medidas que el Estado adopta para lograr la seguridad nacional".
En el último decreto que ajustó el presupuesto 2024, el Ministerio de Defensa planteaba destinar 44.694.000.688 de pesos para la renovación y construcción de instalaciones necesarias para la incorporación de las aeronaves multirol adquiridas a Dinamarca. Según lo detallado en el anexo "Contratación de Obras de Inversión con Incidencia en Ejercicios Futuros", anticipaba un desembolso de 9.454.500.000 para este 2024 y el resto en los siguientes años.
Los dos establecimientos, el de operación de los cazas y el de apoyo y mantenimiento, requieren de trabajos específicos ya que la infraestructura edilicia data de los años '60.
A respecto la última novedad fue el 24 de junio pasado con el llamado de la licitación pública N°0086/24 para la construcción de un Centro de Instrucción destinado al programa F-16 en la VI Brigada Aérea de Tandil con una inversión de $3.365.045.945,00 y que cerró el 16 de agosto pasado.
El decreto de ampliación de secreto conocido este martes faculta al secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Claudio Pasqualini a que "instrumente los actos conducentes para efectivizar la presente medida".
En lenguaje claro, Pasqualini tendrá bajo su control toda la movida burocrática que garantice la confidencialidad, sea en licitaciones como en las compras directas por exclusividad de materiales sensibles.
Tarea ciclópea que demandará una coordinación de detalle con la subsecretaría de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de la Defensa y, aunque no se mencionan, ciertos procedimientos de contrainteligencia que preserve la información de curiosidades foráneas.