La semana pasada se conoció públicamente la denuncia realizada por afiliados de la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP) que involucra al intendente de La Puerta, Osvaldo Gómez, y que consistiría en la utilización de órdenes de consulta médica que serían consumidas sin el consentimiento ni conocimiento de los pacientes.- Diario de Catamarca
Particularmente, la afiliada Verónica Barrionuevo realizó una denuncia en OSEP en contra de Gómez, quien además de ser intendente de La Puerta es médico y ejerce su profesión en dicha localidad. En la presentación, Barrionuevo expresó que pudo conocer la maniobra fraudulenta a partir de registrarse en la aplicación para el celular de la obra social, OSEP Móvil Catamarca.
La herramienta tecnológica, que comenzó a ser obligatoria para todos los afiliados de la provincia desde el mes de junio, tiene entre sus funciones la posibilidad de visualizar el historial prestacional de cada usuario. De esta manera, una persona puede consultar en la aplicación cuándo, dónde y con qué profesional se atendió utilizando la obra social. Además, al momento de consumirse una prestación al afiliado le llega una notificación informándole dicha situación.
Fue así como la afiliada pudo detectar en su historial que tenía 33 consultas médicas con Gómez, algo que le llamó la atención porque ella ni ningún familiar fue atendida por el jefe comunal. Sin embargo, el de Barrionuevo no fue el único caso. Inmediatamente, al hacerse pública la denuncia, numerosos afiliados de La Puerta afirmaron atravesar la misma situación. Esto generó un revuelo político en la localidad ambateña y Gómez tuvo que salir a desmentir el hecho a través de un breve comunicado publicado en las redes sociales del municipio de La Puerta. En la publicación, se informó que “ante los hechos de público conocimiento, el Sr. Intendente de la Municipalidad de La Puerta, Dr. Osvaldo Gómez, aclara que, en su rol de médico, brindó atenciones de salud sin la necesidad de presentación de orden de consulta, todas las veces que así fue requerido por los vecinos, y nunca realizó el cobro de órdenes sin atención”.
Rápidamente la publicación se llenó de comentarios de vecinos de La Puerta que vivieron situaciones similares, como así también descreyendo de la versión oficial y reclamando la urgente aclaración de la denuncia.
En tanto, ninguna autoridad de OSEP se refirió a la denuncia e, incluso, se desconocía si existía un expediente al respecto. Cabe aclarar que la afiliada presentó la queja en la obra social en el mes de agosto. A partir de que se hizo público, se espera que el organismo pueda brindar una respuesta no solo a la damnificada sino también a toda la sociedad que ve cómo desde hace años la obra social funciona como una caja de recaudación para prestadores que hacen uso y abuso del dinero que pertenece a todos los afiliados.
Porque el caso de Gómez no es un caso aislado. En definitiva, se podría decir que el fraude del intendente permitió destapar un circuito de corrupción que involucra a prestadores, clínicas, sanatorios y, por supuesto, empleados de OSEP. Desde el momento en que la obra social implementó su sistema informático que facultó descentralizar la venta de órdenes en farmacias, clínicas, sanatorios y consultorios privados, la estafa quedó servida en bandeja. Porque ahora son los prestadores quienes pueden emitir órdenes de consulta y prácticas sin necesidad de la presencia del afiliado, sino únicamente teniendo la información del número de DNI o de carné de OSEP. Así, el prestador (llámese Gómez o cualquier otro profesional de la salud, incluso clínicas o sanatorios) puede sacar una orden, abonar el coseguro y luego consumirla para su posterior facturación. En el caso de una orden médica, el coseguro tiene un costo de 4 mil pesos, mientras que OSEP le paga al médico $8.569,80, por lo que el prestador obtiene una ganancia de casi cuatro mil quinientos setenta pesos. En el caso de órdenes de prácticas, la diferencia entre el valor del coseguro y lo que la obra social abona se ensancha.
Esta maniobra funcionó durante mucho tiempo a las sombras, con la complicidad de algunos empleados de la obra social. Sin embargo, desde la implementación de la aplicación móvil el fraude salió a la luz ya que los afiliados pudieron observar cómo les llegaban notificaciones a sus celulares informando del consumo de órdenes a su nombre y luego chequearlo en la opción del historial de prestaciones que figura en la app. Esta situación despertó el enojo y la bronca de los pacientes que, además de sufrir el cobro ilegal de plus por parte de quienes se suponen deben cuidar de su salud, ahora pudieron confirmar que los profesionales también utilizan las prestaciones que el afiliado posee en su obra social. Incluso, el ardid perjudica directamente a quienes tienen que sacar una orden, ya sea de consulta o práctica, y se ven imposibilitados porque el sistema deniega el pedido ya que se encuentran superados del tope prestacional mensual, por la cantidad de órdenes emitidas sin su conocimiento por el prestador.
¿Y las clínicas y sanatorios?
Las clínicas y sanatorios de la provincia tampoco escapan al fraude que afecta directamente a los afiliados de OSEP. En este caso, se suma la posibilidad que tienen estas instituciones de dar de alta y baja a los afiliados internados en el sistema.
De esta manera, un afiliado que estuvo internado en una clínica o sanatorio puede continuar en esta condición en el sistema de la obra social. Esto permite a los prestadores seguir facturando días de internación, además de prácticas, análisis y estudios que el afiliado nunca se los realizó porque ya se encuentra de alta. La modalidad es similar a lo explicado anteriormente: las clínicas y sanatorios, al contar con la posibilidad de mantener al afiliado internado en el sistema, cargan los pedidos y las autorizaciones en el sistema, abonan el coseguro correspondiente y luego lo facturan para cobrárselo a la obra social.
Por supuesto que esta situación tampoco podría ser posible sin el conocimiento y la complicidad al interior de OSEP. Además de que acá también el afiliado es perjudicado ya que si continúa figurando como internado en el sistema no podrá sacar órdenes de consulta y prácticas ambulatorias.
Repercusiones y futuro poco claro
Frente a esta situación, OSEP hizo poco y nada durante el paso de tres gestiones diferentes. El sistema y la aplicación móvil comenzaron a implementarse durante la dirección de Norberto Bazán, en el año 2021, se fortaleció en la gestión de Fernanda Gómez y se profundizó con la llegada de Leopoldo Marchetti. La sanción de la llamada “Ley antiplus” permitió que los afiliados puedan denunciar este tipo de prácticas pero ninguna de éstas tuvo avances significativos ni mucho menos algún tipo de resolución.
El poder sancionatorio que establece la ley recae en el Círculo Médico, entidad que regula la profesión médica, por lo que resulta poco probable que entre médicos se sancionen por este tipo de prácticas ilegales que la realiza casi la totalidad del padrón de profesionales.
Resulta fundamental que OSEP pueda mostrar una posición con respecto a estos hechos, aplicar las sanciones que correspondan y poder garantizar los derechos de su bien más preciado: los afiliados.
La pelota ahora está del lado de la obra social. El tiempo dirá si finalmente se pondrá los pantalones para hacer cumplir la ley y cortar de cuajo cualquier hecho de estafa a sus arcas.