El Gobierno anunció a los bancos que no deberán debitar el impuesto a quienes regularicen capitales. No obstante, deja en manos de las provincias reclamos futuros sobre deudas derivadas del blanqueo.

El dinero que ingrese al blanqueo de capitales dispuesta en la ley tributaria votada por el Congreso recientemente no abonará ingresos brutos.

La decisión fue tomada por la Comisión Arbitral (Comarb) en acuerdo con los bancos y comunicada a través de un comunicado remitido a las principales cámaras bancarias (ABA, ABAPPRA, ABE y Adeba) y es aplicable a las cuentas CERA.

Las Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) son cuentas bancarias especialmente creadas para contribuyentes que regularicen dinero en el marco del blanqueo de capitales. Allí se realiza el depósito de los fondos a regularizar. Están a nombre de quienes accedan al blanqueo y deben usarse exclusivamente para ese fin.

La resolución establece que esas cuentas CERA no estarán alcanzadas por el Sistema de Recaudación y Control sobre Acreditaciones Bancarias (SIRCREB), el sistema que busca armonizar los regímenes de recaudación aplicable sobre las acreditaciones bancarias.

Esta disposición impedirá debitar en forma automática los Ingresos Brutos, aunque deja a salvo a las agencias de recaudación provinciales de activar reclamos de deudas surgidas de los activos regularizados.