Es porque, el fiscal presentó su renuncia al proceso y solicitó que no se resuelva su situación, mientras la denuncia por tráfico de influencias y falta de imparcialidad mantiene suspendido el Jury. –eldiariodecatamarca.com
El Jury de Enjuiciamiento al fiscal Hugo Leandro Costilla atraviesa horas decisivas. Además de la suspensión del proceso, el tribunal debe resolver la situación del fiscal Augusto Barros, quien fue denunciado por el propio Costilla por presunto “tráfico de influencias” y nuevamente recusado por la defensa, que en la mañana de este lunes presento su renuncia al Jury.
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La acusación contra Barros, a quien se le reprocha falta de imparcialidad, modificó el escenario en el que debía desarrollarse el juicio político a Costilla, procesado por presunto mal desempeño e incumplimiento de deberes en la causa conocida como Wika. El inicio del debate estaba previsto para este lunes, pero quedó suspendido tras la presentación de Costilla contra Barros y el secretario de la Corte, Arturo Herrera Basualdo.
La renuncia al Jury y el descargo
En este marco, el fiscal Augusto Barros presentó este lunes su renuncia al Jury contra Costilla ante la Corte de Justicia de Catamarca. De manera paralela, pidió al Tribunal de Enjuiciamiento que no se expida sobre el planteo en su contra hasta que la Corte defina su posición.
Cabe destacar que, en días anteriores, Barros había realizado un descargo espontáneo en Fiscalía General, el cual también fue requerido por el Jury para ser analizado.
La investigación penal
De forma paralela, el fiscal Ricardo Córdoba Andreatta abrió una investigación penal para determinar si existió responsabilidad penal o administrativa en los hechos denunciados por Costilla. La pesquisa alcanza tanto a Barros como al secretario de la Corte, Arturo Herrera Basualdo.
El punto central es un correo electrónico que, según la denuncia, contenía un pliego de preguntas destinado a los testigos del Jury. Tanto Barros como Herrera Basualdo reconocieron el envío y recepción del e-mail, aunque argumentaron que se trató de una simple “consulta”, sin correcciones ni modificaciones sobre el contenido.
Con estas derivaciones, el proceso disciplinario contra Costilla permanece en un estado de incertidumbre. El Jury todavía debe resolver qué postura adoptará respecto de Barros, mientras la Corte y la Fiscalía avanzan con actuaciones paralelas que podrían redefinir el proceso judicial.