“Que cada persona tenga lo necesario para vivir dignamente”, pidió Mons. Urbanč en su mensaje. La ceremonia contó con la presencia de la Vicepresidente de la Nación y del Obispo de La Rioja.
Durante la tarde de este sábado 6 de abril, Catamarca dio inicio el Septenario en honor de Nuestra Señora del Valle, con la Solemne Bajada de la Sagrada Imagen desde el Camarín hasta el Presbiterio.
Las festividades se enmarcan en el 133° aniversario de la Coronación Pontificia de la Pura y Limpia Concepción del Valle, y en el Año de la Oración, convocado por el Papa Francisco, y que en nuestra diócesis es tema de reflexión con la Carta Pastoral de nuestro Obispo, presentada previamente, como también de estas fiestas marianas.
La tradicional ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien trasladó en sus brazos a la bendita Imagen, acompañado por su par de La Rioja, Mons. Dante Braida, y sacerdotes del clero catamarqueño.
Este año, el emotivo rito con el que se da inicio a las fiestas marianas contó con la presencia de la Vicepresidenta de la Nación, Dra. Victoria Villarruel, quien llegó especialmente para vivir este acontecimiento de fe en torno a la Patrona de Catamarca, Patrona del Noroeste Argentino y Patrona Nacional del Turismo, entre otros patronazgos.
También participaron el Gobernador de la Provincia, Lic. Raúl Jalil, junto con su esposa, la diputada nacional Dra. Silvana Ginocchio; el Vicegobernador, Ing. Rubén Dusso; el Intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, Dr. Gustavo Saadi, autoridades legislativas, entre otras.
En su paso hacia el trono festivo, las autoridades tomaron gracia de la Imagen cuatro veces centenaria de la Virgen del Valle de Catamarca, mientras en el templo la esperaban fieles y devotos que desbordaron el recinto sagrado para ser parte de esta celebración.
Vivas, pañuelos flameando y rostros emocionados fueron los gestos de esta jornada en que la Madre de Jesús Resucitado se acerca a su pueblo para inundar de gracia los corazones.
A esta multitud fervorosa se sumaron muchos otros de manera virtual a través de la transmisión de las redes sociales donde los devotos hijos de María Santísima la saludaban, le hacían pedidos especiales y le agradecían por su protección material.
Después de que la Imagen fue colocada en el trono ubicado en el Presbiterio se rezaron los misterios gozosos el Santo Rosario.
El Obispo pidió bendiciones para cada rincón de la Patria
Mons. Urbanč inició su mensaje dando la bienvenida a todos a estas celebraciones en honor de la Madre y en particular a la Vicepresidente de la Nación. “Bienvenida sea usted y que la Virgen del Valle la ayude en su difícil, pero importante servicio a la Patria”, expresó.
Después, se refirió al encuentro de la Virgen con sus hijos representado en esta tradicional ceremonia de la Bajada. “Esto nos enseña a cada uno de nosotros a que estemos prontos para ir al encuentro de los hermanos que nos necesitan”. Más adelante señaló: “Que la Madre Celestial nos haga comprender que no debemos avanzar por el camino de la vida terrena dejando un tendal de hermanos sufrientes, descartados, marginados, etc., ya que la fe recibida en el bautismo solamente es vital y verdadera en orden a la salvación, en la medida que está animada por la caridad”.
“Querida Madre del Valle -invocó- ayúdanos a vivir siempre en la ‘única alegría’ que no caduca, que brota de tu Hijo, Jesucristo Resucitado, el vencedor de la muerte y del pecado; la que nos hace de verdad libres y capacita para amar como Él nos amó, hasta dar la vida por los demás; la que sostiene la esperanza que no defrauda y que fortalece y purifica la confianza, tan necesaria para creer y trabajar por los cambios personales y estructurales que tanto necesita nuestra sociedad argentina”.
Más adelante pidió: “En este nuevo aniversario, querida Madre Morena, anhelamos recibir una abundante lluvia de bendiciones para cada rincón de nuestra Patria, a fin de que cada persona que mora en este suelo bendito tenga lo necesario para vivir dignamente, sintiéndose amada y respetada, deseosa de promoverse y de ayudar a que otros se promuevan en sus justas aspiraciones, y cuidando responsablemente su vida y la de los demás, sobre todo, que tengan una fe viva”.
Y concluyó dando gracias a la Madre “por estar siempre al lado de tus hijos, que ciertamente lo somos todos los seres humanos que habitamos este planeta, ya que, así lo dispuso tu Hijo Jesucristo antes de expirar en el patíbulo de la Cruz para redimirnos de nuestros pecados (…) Y, por eso, te acogemos y veneramos en nuestros corazones, hogares, templos, pueblos y naciones”.
Luego se realizó la Adoración al Santísimo Sacramento y bendición.
Es de señalar que previo a la ceremonia litúrgica, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, al momento de darle la bienvenida a la Vicepresidenta de la Nación, Dra. Victoria Villarruel, le obsequió un Rosario.