Expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomendaron que los países de la región se mantengan en alerta, ya que se esperan fenómenos climáticos en el corto plazo.
El paso del fenómeno El Niño a La Niña será de manera abrupta en América Latina, restando tiempo a las especies animales y vegetales y a las poblaciones para recuperarse de un evento climático al otro.
Si bien la región aún se recupera del impacto del fenómeno El Niño, actualmente en su fase final, ya se prepara para un fenómeno La Niña que podría presentarse en los próximos meses con oscilaciones en los patrones de lluvias y sequías y una temporada fuerte de huracanes.
Así lo señalaron especialistas en un panel organizado por la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Santiago de Chile, titulado "Preparándonos para La Niña, avances y desafíos para medir su impacto en sistemas agroalimentarios", por lo que pidieron a los países latinoamericanos que se mantengan en alerta.
Los expertos coincidieron en que las épocas de transición entre los dos fenómenos que se daban en otras décadas ya no se están produciendo y eso recorta los tiempos para que las comunidades afectadas se recuperen y se preparen.
"Lo vimos hace un año: salimos de una Niña y en marzo ya teníamos unas señales de Niño. Ahora estamos nuevamente en marzo y abril con señales de Niña… No nos hemos podido recuperar del impacto del fenómeno y pasamos al opuesto rápidamente", dijo Yolanda González, directora del Centro Internacional de Investigación para el Fenómeno El Niño (CIIFEN).
Por el contrario, "si tuviéramos un plazo más largo hacia un período de transición normal, deberíamos tener una respuesta ecológica relativamente esperada… Pero este cambio abrupto probablemente genera un mayor estrés y desde ese punto de vista tenemos una incerteza de cómo van a responder los sistemas ecológicos", dijo Jaime Letelier, jefe de Oceanografía del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) del gobierno de Chile.
El Niño es independiente al cambio climático, pero los expertos han observado modificaciones en la forma en que el fenómeno se está presentando como, por ejemplo, una agudización de lluvias, olas de calor y períodos de sequía, según explicó el equipo técnico de la FAO.
Las transiciones rápidas entre El Niño y La Niña se pueden correlacionar también con el cambio climático, aunque la ciencia no permita todavía establecer causalidades de forma inequívoca, añadieron.
Los patrones de El Niño y La Niña tienen consecuencias en distintas partes del planeta y en América Latina han impactado en la producción de cultivos clave como trigo, arroz y maíz, provocando efectos negativos en la economía de los países, altamente dependientes de las materias primas.