La biopic intenta demostrar quiénes fueron los responsables de su muerte.
Uno de los estrenos de cine de esta semana fue “Back to Black”, la película que muestra cómo fue el ascenso, la decadencia y la muerte de Amy Winehouse, en pleno éxito mundial. Es una celebración de la estrella británica más emblemática –y añorada– del siglo XXI.
Este drama musical tiene como protagonista a Marisa Abela, con dirección de Sam Taylor-Johnson. Ya está disponible en cines desde el jueves 11 de abril.
“Back to Black” pinta un retrato vívido y vibrante de las calles de Camden que ella llamaba hogar y captura de las luchas de la fama mundial; rinde homenaje al arte, el ingenio y la honestidad de Amy, además de intentar comprender sus demonios. Una mirada inquebrantable a la maquinaria moderna de las celebridades y un poderoso tributo a un talento único de una generación
Su directora, Sam Taylor-Johnson declaró que “quería hacer una película desde la perspectiva de Amy, a través de sus ojos. El único lugar donde su verdad podía ser encontrada era en la letra de sus canciones y en la música. Decidí contar su historia a través de sus propias palabras, de las canciones que escribió, de las canciones donde ella vertió su alma. Ella cantó sobre su amor, su dolor, su decepción, todo ello impregnado de una profunda emoción y, a menudo, de un humor salvajemente mordaz”.
El álbum “Back To Black” ganó 5 premios Grammy y vendió más de 16 millones de copias, y es el marco de la película. “Los latidos del corazón de Amy, más fuertes con cada desamor, cada canción es un desahogo de apego de su historia de amor entre ella y Blake. Es una historia de amor, es también una carta de amor para ella, y está contada con su voz, sus palabras y su perspectiva. Ella sólo ve el bien, porque el amor es ciego”, declaró la directora.