Elecciones en El Salvador:
Nayib Bukele se adjudicó la victoria por el 85% de los votos
El mandatario dijo que se trató de un “récord” en toda la historia democrática del país. Además, expresó que tendrá una amplia mayoría en la Asamblea.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se autoproclamo reelecto en su cargo a pesar de no contar con los resultados definitivos del escrutinio.
Nayib Bukele se proclamó ganador de las elecciones presidenciales de este domingo en El Salvador. Pese a que aún no se conocen datos oficiales, el mandatario publicó un mensaje en las redes sociales en el que se consideró ganador “récord” para la historia del país y expresó mayoría prácticamente absoluta en la Asamblea parlamentaria.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”, escribió Bukele.
“El récord en toda la historia democrática del mundo. Nos vemos a las 9pm frente al Palacio Nacional. Dios bendiga a El Salvador”, expresó más adelante.
De esta manera, el mandatario se proclamó victorioso para la reelección en el cargo por un nuevo período de cinco años, algo prohibido por la Constitución. Sin embargo, Bukele fue habilitado a presentarse a estas elecciones por la sala en lo constitucional, nombrada por un Congreso de mayoría oficialista, y con el aval de una la Corte Suprema de Justicia que la oposición denuncia que el presidente controla a voluntad.
La jornada electoral transcurrió sin incidentes graves, si bien nueve personas fueron detenidas por rotura de boletas, realizar proclamas políticas en lugares de votación o presentarse en estado de ebriedad.
El presidente del opositor partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Carlos Saade, denunció irregularidades en el proceso electoral. En tanto, la misión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) tomó nota de la peculiaridad que supone que los comicios se celebren bajo el régimen de excepción. “Hemos observado todo con fluidez, pero si hay temas específicos invitamos a denunciar”, declaró la jefa de la misión, Isabel de Saint Malo.
Un magistrado electoral remarcó que los datos anunciados por Bukele no son oficiales
El magistrado Guillermo Wellman del Tribunal Supremo Electoral (TSE) dijo este domingo, en declaraciones difundidas por EFE, que los resultados presentados por el presidente Nayib Bukele al autoproclamarse ganador de las elecciones presidenciales no son oficiales.
“Nosotros somos los que damos los resultados oficiales”, indicó a los periodistas al ser preguntado sobre si eran o no oficiales los porcentajes manejados por Bukele. “El arbitro somos nosotros”, enfatizó.
Wellman puntualizó: “Nosotros vamos a ir dando los resultados oficiales conforme se vaya desarrollando el escrutinio” y “lo que se diga fuera de aquí no es oficial hasta que nosotros no lo aseveramos”.
Con el 31,49 % de las actas escrutadas, el resultado preliminar de las elecciones presidenciales otorga una aplastante victoria al presidente y candidato a la reelección, Nayib Bukele, con 1.295.888 votos para su partido, Nuevas Ideas (NI).
Esta cifra está muy por delante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), con 110.244, y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), con 96.700, según datos divulgados por el Tribunal Supremo Electoral.
Nayib Bukele era amplio favorito en las elecciones presidenciales de El Salvador
Bukele goza de una enorme popularidad lograda por su política de mano dura que logró desarticular a las pandillas (maras) más peligrosas del país y que dominaban a su antojo el territorio salvadoreño.
“Cambiamos la capital mundial del asesinato, el país más peligroso del mundo, en el país más seguro del hemisferio occidental y la única manera de hacerlo es detener a todos los asesinos”, afirmó en conferencia de prensa después de votar este domingo en San Salvador.
En los últimos dos años, bajo un régimen de excepción, logró pacificar el país tras una brutal ofensiva contra el crimen organizado, que incluyó el arresto de más de 75.000 sospechosos (más del 1% de la población) y la construcción de la cárcel más grande de América Latina.
“El Salvador estaba con metástasis, pero hicimos cirugía, estamos en radioterapia, y vamos a salir sanos ya sin el cáncer de las pandillas”, afirmó Bukele.
En el medio quedó un tendal de denuncias de violaciones a los derechos humanos, según activistas. Distintas ONG advirtieron en los últimos meses que más de 7000 detenidos eran inocentes y fueron puestos en libertad.
La desarticulación de las maras llevó a la popularidad de Bukele por las nubes. El Salvador pasó en dos años de ser uno de los países más violentos de la región a uno con los menores índices de homicidios de América Latina.
Sin embargo, la oposición y la prensa denunciaron abusos sistemáticos en la política represiva lanzada por el gobierno. Informes policiales, revelados por el diario digital El Faro, revelaron arrestos por motivos inauditos, como ponerse nervioso en un operativo en medio de detenciones arbitrarias. Los procesos son a puertas cerradas. Incluso, una ley permite celebrar juicios masivos, con hasta 900 acusados a la vez, sin necesidad de presentar pruebas individuales en contra de cada uno de los acusados.
Pero la población terminó respaldado esta política por los resultados alcanzados. De hecho, las maras Salvatrucha 13, Barrio 18 sureños y la disidente Barrio 18 revolucionarios quedaron virtualmente desmanteladas, aunque quedan remanentes desparramados en distintos puntos del país.
Ahora, Bukelee, deberá enfrentar el desafío de mantener los niveles de seguridad y su enorme popularidad. Pero además tendrá como reto principal la difícil situación económica del país.
Un 29% de los 6,5 millones de salvadoreños que viven en el país son pobres, según la Cepal, y muchos siguen emigrando a Estados Unidos en busca de trabajo. Unos 3 millones viven en el exterior y envían remesas por 8000 millones de dólares anuales, vitales para la población local.
Aun con todo y su popularidad, el presidente no logró que los salvadoreños usaran el bitcóin que en 2021 impuso como moneda de curso legal en una economía dolarizada, según él, para dinamizarla. Ahora, la economía y la pobreza serán cruciales para mantener sus elevados niveles de popularidad.