La medida gremial finalizó al mediodía. La empresa habilitó el cambio de pasaje sin costo durante 15 días. El Gobierno ratificó que habrá multas y sanciones: “Paran porque no les dieron los asientos en business”, sostuvo Federico Sturzenegger
El piquete salvaje de Aerolíneas Argentinas, iniciado ayer, finalizó este sábado al mediodía. Encabezado por Pablo Biró (APLA, pilotos) y Juan Pablo Brey (AAA, tripulantes), provocó más de 300 cancelaciones y afectó a 37 mil pasajeros, de acuerdo con datos de la línea de bandera. El paro detuvo la actividad en Aeroparque Jorge Newbery, así como en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. También afectó la operatoria de las compañías low cost.
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, reportó grandes pérdidas económicas: “El paro de hoy estamos previendo que nos cuesta entre 2.5 y 3 millones de dólares. No es solo el costo, sino la marca Aerolíneas se ve dañada. Estamos notando que las reservas empiezan a caer, porque los pasajeros empieza a dejar de confiar y comprar nuestro producto. Hemos notado una caída de las reservas en el tráfico doméstico del 20% y del internacional del 10%”, señaló ayer a Todo Noticias.
En tanto, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, criticó hoy con dureza a los sindicalistas y aseguró que el piquete se debía a que no les habían dado “asientos en business” a los pilotos. También señaló que la empresa no generaba ganancias y que el aumento que podía ofrecer el Gobierno Nacional era del 0%.
Desde la aerolínea low cost Flybondi confirmaron a Infobae que continúan operando desde el aeropuerto de Ezeiza. Esta decisión, sostuvieron, permitió que más de 15 mil personas pudieran viajar, sin embargo, el traslado de más de 60 vuelos -entre ayer y hoy- generó un “impacto económico y esfuerzo operativo” que “no es sostenible en el tiempo”. Estiman que la operación desde y hacia Aeroparque se retomará a las 15 horas.
Por su parte, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, anunció que Biró será excluido del directorio de Aerolíneas Argentinas la próxima semana. Y amplió: “Se les va a reclamar al sindicato y a él por los daños y las pérdidas que le han generado a la compañía”. El apuntado es el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), un dirigente que en el inicio de la gestión libertaria le advirtió a Javier Milei que “si se quiere cargar a Aerolíneas, nos van a tener que matar”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también hizo hincapié en el tema durante la conferencia de prensa de ayer. Allí aseguró que durante la inauguración de la ruta de Aerolíneas Argentinas a Punta Cana, la semana pasada, diez de los 18 asientos de clase Ejecutiva fueron reservados para pilotos y sus familias: “Por supuesto viajaron de manera gratuita sostenidos por la empresa, o sea por todos los contribuyentes, con todas las comodidades”.
Desde Transporte se cuestionan muchos de los beneficios que poseen los pilotos de la empresa:
Salarios: Perciben ingresos que oscilan entre los 3 y 10 millones de pesos mensuales, de acuerdo a su antigüedad y cantidad de vuelos.
Traslados cubiertos: Disponen de un servicio de remis para movilizarse hacia actividades laborales, como simuladores o tareas en tierra, y este tiempo de traslado se computa como horas de trabajo.
Día libre en su cumpleaños: No están obligados a volar en el día de su cumpleaños, un beneficio exclusivo dentro de su convenio colectivo de trabajo.
Trabajo garantizado: Tienen salarios asegurados, independientemente de las horas efectivamente voladas, incluso si realizan menos vuelos de los previstos en el mes.
Pasajes gratis: En negociaciones salariales pasadas, la empresa concedió acceso a pasajes gratis en business para así evitarse aumentos salariales. Hoy el Gobierno lo cuestiona. El acuerdo está en el convenio colectivo, con lo cual los sindicatos tienen con qué pelearlo.
Reprogramaciones pagas: Cualquier cambio en su programación original se les abona como horas adicionales, además del salario base.
Límites en las guardias: Por convenio, solo pueden ser programados en un máximo de tres guardias mensuales, lo que restringe la posibilidad de reprogramarles vuelos en días que no tienen asignados.
Uniforme y reposición: Aerolíneas Argentinas se encarga de proporcionarles el uniforme completo, incluidos zapatos, con reposición periódica.
Bono en dólares: Reciben un bono en divisas por suplemento, una suerte de pago por buenas prácticas a la hora de pilotear aviones.
Condiciones de descanso: Debido a que el tiempo de traslado en remis se considera parte de su jornada laboral, esto genera más tiempo de descanso posterior a las actividades, como lo establece el reglamento aeronáutico.
Tampoco faltaron las críticas desde el exterior respecto a la medida de fuerza. El vicepresidente regional para las américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, Peter Cerdá, opinó que la Argentina daba una mala imagen: “Aquí hemos puesto prácticamente a todo el país parado y las líneas que están operando también se ven impactas. Es algo que, esperamos, no vuelva a ocurrir. Ya hemos visto varias huelgas y al final la imagen que está dando Argentina es una imagen negativa. Porque el viajero que quiere venir al país se va a sentir con preocupación si pone este dinero para viajar al país y se va impactado por esta huelga”.
De acuerdo con un comunicado de Aerolíneas Argentinas, unas 28 mil personas tenían viajes dentro del país y otras 5.500 a destinos de la región, mientras que las restantes 3.500 se dirigían al Caribe, Estados Unidos y Europa. En ese sentido, para “atenuar” el perjuicio del paro, se reprogramaron vuelos, se crearon otros especiales para redistribuir el tráfico afectado y se trabajó con la red de alianzas de Aerolíneas para dar alternativas a los pasajeros.
Durante la jornada de ayer se registraron momentos de angustia y tensión. Una mujer de Bahía Blanca fue víctima de los paros aeronáuticos de los últimos días que afectaron tanto el comienzo de sus vacaciones como el final. “Yo ya enganché el paro del viernes pasado. Me agarraron los dos. Vinimos el jueves pasado a capital y el viernes teníamos que viajar a Iguazú, pero nos avisaron de la suspensión del vuelo una hora antes. Nos tuvimos que quedar varados dos días en Buenos Aires, nos hicieron perder estadía y tuvimos que pagar el hospedaje acá. El domingo recién pudimos viajar”, contó, en diálogo con TN.
La vuelta a casa estaba programada para antes del lunes, pero los vuelos del fin de semana se pospusieron para el martes. Frente a este escenario, debió pedir un cambio de vuelo urgente, aunque eso significara volver antes de sus vacaciones.