El organismo financiero multilateral muestra un consistente acompañamiento, pero aún falta para definir el envío del desembolso de 800 millones de dólares.
Este jueves no habrá sorpresas con Argentina en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI). El directorio del organismo que conduce Kristalina Georgieva le dará el visto bueno al trabajo del staff técnico que dirige el director para el Hemisferio Occidental el chileno Rodrigo Valdés, y aprobará el cumplimiento de las metas del primer trimestre del año (la octava revisión del Facilidades Extendidas firmado en marzo del 2022) y le podrá la firma al cheque por U$S 800 millones comprometidos para girar a las cuentas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La entidad que maneja Santiago Bausilli volverá a operar en positivo, y, si se llega a buen puerto en las negociaciones con el Banco del Pueblo de China (y no habrá que pagar cash los U$S 2.600 millones que se deben por la primera cuota del swap con ese país y que hay que liquidar el 30 de junio), el número en verde de las reservas quedará en positivo por primera vez desde abril del 2023.
Sin embargo, en la sede del FMI donde se tratará largamente el caso argentino, no habrá novedades sobre nuevos desembolsos ni la apertura de las discusiones por cambios radicales en el contenido del Facilidades Extendidas. Simplemente, ponderaciones por el esfuerzo general del Gobierno de Javier Milei y su rumbo, además de la promesa de seguir el trabajo conjunto. Todo esto con algunas críticas sobre el tamaño fiscal del ajuste y la falta de algunas reformas estructurales prometidas. Todos reclamos de catálogo.