La expresidenta cargó contra quiénes se quieren acercar a Villarruel mientras en el peronismo los crujidos internos suenan cada vez más fuertes.
A tan sólo 300 metros del Senado de la Nación Cristina Fernández de Kirchner tiene sus oficinas en Instituto Patria. Desde allí se reúne con dirigentes, planifica sus mensajes en Twitter, monitoreo las redes sociales y sigue la agenda internacional. La expresidenta apuesta a la conducción de nuevos liderazgos en el peronismo, no termina de retirarse del todo de la centralidad política y deja sus mensajes, escuetos y contundentes.
Esta semana volvió con un tuit que fue un sacudón hacia adentro del justicialismo. "Pericia psiquiátrica le vamos a pedir a los que dicen que Villarruel es peronista", lanzó Cristina Fernández de Kirchner. Si hay que pensar un destinatario lineal, todos los caminos conducen a José Mayans, que en los días previos había dicho que la vicepresidenta está "más cerca de la mirada del peronismo" que de la mirada del presidente Milei y aclaró que esa cercanía se da "en la visión del mundo".
Una vez más, y casi como un deja vú, la palabra de quien fue dos veces presidenta de la Nación despertó una serie de lecturas de tramas y subtramas sobre qué estaba pasando dentro del peronismo. "Cristina está corrida, ya no manda las señales que mandaba antes ni da discursos que le marquen a la militancia por dónde debe ir", indicó un dirigente que dialoga seguido con ella. Sin embargo, aclara que "hay cosas que no puede dejar pasar".
El propio Mayans salió a contestar y dijo que "hay que hacerle una pericia psicológica a los que llevaron a Alberto Fernández a la presidencia del PJ". Después el formoseño se esforzó en aclarar que ese mensaje no iba destinado a Cristina Kirchner, que ella no lo puso en ese lugar. Aunque sí reconoce, en modo de crítica, que el expresidente llegó a donde llegó por el dedo de Cristina Kirchner.
Una de las que se le animó al micrófono fue la senadora por Mendoza Anabel Fernández Sagasti (Unión por la Patria), de las más cercanas a la expresidenta. "Cristina salió a separar la paja y el trigo", dijo en una entrevista radial en Futurock y remarcó que "Villarruel no tiene nada que ver con el peronismo". Además, por primera vez se animó a decir algo que muchos dirigentes de La Cámpora plantearon al día siguiente de la derrota de Sergio Massa en el balotaje: "Es tiempo de jugar con una figura propia, identificada con nuestro espacio".