El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, logró que el proyecto conocido como Plan Colchón —una amnistía fiscal que permitiría ingresar dólares no declarados sin sanciones— acompañe al Presupuesto 2026 en el Congreso.

El Gobierno nacional pondrá en marcha uno de los proyectos económicos más estratégicos para 2026: la llamada Ley de Inocencia Fiscal, conocida informalmente como Plan Colchón, una iniciativa impulsada por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que busca blanquear parte de los dólares que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero.
Caputo logró convencer al presidente Javier Milei de enviar el proyecto junto con el Presupuesto 2026 al Congreso Nacional, con la intención de que sea aprobado en la primera tanda de sesiones extraordinarias —es decir, antes de que finalice 2025— debido a su carácter “fundamental” para la estrategia macroeconómica del próximo año.
La iniciativa ya había sido presentada en junio, pero la combinación de tensiones políticas y corridas cambiarias postergó su avance. Tras el resultado electoral del 26 de octubre pasado, el plan resurgió y ganó prioridad dentro del gabinete económico.
El objetivo: blanquear dólares y reforzar reservas
El Gobierno estima que los argentinos poseen entre USD 250.000 y 300.000 millones guardados en efectivo fuera del sistema bancario. Para Caputo, lograr que al menos USD 10.000 millones ingresen al circuito formal en 2026 permitiría reforzar las reservas del Banco Central y estabilizar la economía en el arranque del año.
La motivación oficial se asienta en un dato clave: durante gran parte de 2025, los argentinos dolarizaron carteras por unos USD 25.000 millones, siguiendo recomendaciones de fondos de inversión como JP Morgan y moviendo parte del mercado hacia operaciones informales. Buena parte de ese dinero, señalan en Economía, podría regresar si se garantizan reglas claras y privacidad.
Los ejes centrales del proyecto
El texto legal incorpora reformas profundas:
• Regularización voluntaria.
Permite ingresar dólares no declarados sin sanciones ni multas, garantizando inmunidad penal y fiscal.
• Reforma del régimen penal tributario.
Actualiza los montos para delitos fiscales: la evasión simple sube de $1,5 millones a $100 millones, y la agravada de $15 millones a $1.000 millones. La acción penal podrá extinguirse si la deuda se paga antes de la denuncia o dentro de los 30 días, con un recargo del 50%.
• Simplificación impositiva.
Se crea un régimen de declaración jurada simplificada y se acortan los plazos de revisión fiscal a 3, 5 o 10 años, según el historial del contribuyente.
• Eliminación de regímenes informativos.
Dejarán de informarse consumos con tarjeta, operaciones notariales, compra de autos usados, expensas y servicios, con el fin de garantizar privacidad a quienes blanqueen fondos.
Aplicación económica
El plan habilitaría a utilizar esos dólares para comprar autos, propiedades, electrodomésticos u otros bienes sin necesidad de justificar su origen, lo que podría dinamizar sectores clave del consumo y la inversión.
Un proyecto ambicioso, con resistencias
El Plan Colchón apunta a formalizar cientos de miles de millones de dólares hoy guardados en efectivo, ofreciendo amnistía fiscal y seguridad jurídica. Sin embargo, enfrenta obstáculos estructurales: la desconfianza histórica hacia el sistema financiero, los cuestionamientos institucionales y la falta de precedentes de una apertura de esta magnitud.
