Los mercados descuentan una baja inminente ante el temor a una recesión global desatada por los nuevos aranceles impulsados por Donald Trump.
La Reserva Federal de Estados Unidos convocó a una reunión cerrada de emergencia para este lunes 7 de abril, en medio de una creciente presión de los mercados financieros y del propio presidente Donald Trump, tras el reciente aumento de aranceles a las importaciones chinas.
La posibilidad de un recorte de tasas de interés antes de la próxima reunión oficial, prevista para mayo, cobra cada vez más fuerza entre los operadores. El anuncio de esta reunión extraordinaria disparó las especulaciones.
En los mercados de derivados, los swaps de tasas reflejan una probabilidad cercana al 40% de que la FED decida un recorte de 25 puntos básicos en el corto plazo. Algunos operadores llegaron incluso a descontar hasta cinco recortes antes de fin de año, reflejando la magnitud del temor a una recesión global.
Las tensiones se acentuaron luego de que Trump reafirmara su compromiso con la nueva política arancelaria, minimizando las preocupaciones de los mercados: “Olvídense de los mercados por un segundo”, dijo el domingo por la noche. La declaración fue interpretada como una señal de que el Gobierno no dará marcha atrás en la escalada comercial.
El impacto no tardó en sentirse. Los bonos del Tesoro estadounidense y los alemanes registraron fuertes subas, con caídas abruptas en sus rendimientos, en lo que fue una clara búsqueda de refugio por parte de los inversores. En paralelo, el dólar global rebotó tras las pérdidas iniciales, mientras el yuan y otras divisas asiáticas se depreciaban.
Recesión a la vista
Economistas de instituciones como JPMorgan y Goldman Sachs comenzaron a ajustar sus previsiones. El jefe de economistas de JPMorgan, Michael Feroli, ahora anticipa un primer recorte en junio y nuevas bajas hasta comienzos de 2026. Goldman Sachs también prevé al menos tres recortes tanto para la Fed como para el Banco Central Europeo.
El contexto recuerda a la crisis del COVID-19 en 2020, cuando la FED adoptó recortes de emergencia para evitar un colapso financiero. En este caso, el catalizador es político y comercial: la guerra de aranceles. Según analistas, si la situación se intensifica y los mercados siguen tambaleando, podría actuar incluso antes de lo previsto.
En este escenario volátil, el mundo observa con atención el resultado de la reunión de este lunes, que podría marcar el inicio de una nueva etapa en la política monetaria estadounidense.