Se recuerda la muerte del General Juan Domingo Perón, ocurrida el 1 de julio de 1974, el mismo día que nacía Diario Popular.
El lunes 1 de julio de 1974, murió el tres veces presidente constitucional, general Juan Domingo Perón, en ejercicio del poder en un país convulsionado. Un líder que marcó la historia de la Argentina y que hasta hoy sigue incidiendo con fuerza en los avatares de la política nacional a través de las distintas ramas en las que se fue dividiendo el movimiento justicialista por él creado.
Una hora después del deceso en la Quinta de Olivos de “El General” -como muchos le decían y le dicen hasta hoy, cincuenta años después María Estela Martínez, su viuda, anunciaba la noticia. El estado de salud del octogenario mandatario había sufrido un “brusco agravamiento”, tal como se indicó, que derivó en un paro cardíaco.
“El presidente de los argentinos ha dado a su Patria y al continente latinoamericano la más grande expresión de grandeza y humanismo cristiano. Entregó su vida en holocausto a la libertad pacífica de los pueblos”, expresó la entonces vicepresidenta, rodeada del gabinete.
La salud de Perón ya estaba muy deteriorada al momento de asumir su tercer mandato al frente del Ejecutivo nacional, al punto tal que sus médicos personales le habían sugerido que no afrontara semejante empresa, por el desgaste físico y psíquico que podía sufrir.
En septiembre de 1973, el General venció en los comicios con su esposa como compañera de fórmula, quien a la muerte del viejo caudillo se hizo cargo de la presidencia hasta que fue derrocada por el golpe militar del 24 de marzo de 1976.
En la Quinta de Olivos, Perón contaba con una guardia médica permanente, a cargo de Pedro Cossio y Jorge Taiana. En la década de 1960, había sido operado de un cáncer de próstata. Y en sus últimos años le habían detectado una pericarditis que ponía en riesgo su corazón. A esto se le sumó una angina de pecho diagnosticada en 1972, antes de su primer retorno al país.
Esa dolencia fue, en definitiva, la que terminó por socavar la salud del General. Pese al marcado deterioro en su estado, Perón viajó a Asunción del Paraguay para reunirse con el dictador guaraní Adolfo Stroessner. En ese viaje, el frío y la persistente llovizna le provocaron un fuerte cuadro gripal que significó el principio del fin.
Ningún integrante se su entorno desconocía que la vida de Perón se apagaba gradualmente. Y si bien en los últimos días de junio tuvo una mejoría importante, el “brusco agravamiento” del cuadro precipitó el desenlace del 1 de julio.
A las 13.15, el creador de las “20 verdades justicialistas” recibió la extremaunción de parte del capellán del Regimiento de Granaderos, padre Héctor Ponzo. Minutos después, el General que el pueblo eligió tres veces como presidente, ingresó definitivamente en la historia de la Argentina