El Presidente buscó encauzar el vínculo con el macrismo. La ministra de Seguridad aceleró conversaciones con Ritondo y Finocchiaro. Los motivos del enojo del exmandatario.

Javier Milei empezó a entrenar en el gym de Olivos con su novia Amalia “Yuyito” González, mientras ejercita movimientos de ajedrez. La obstinación por el veto a la ley de financiamiento de las universidades esconde algo más que la defensa al déficit cero. Con un costo fiscal mínimo (0,14% del PBI) en comparación con la reforma jubilatoria, sirve como divisoria de aguas para el escenario que imagina para el 2025: el Frente Libertario versus el Frente de Izquierda Populista. Patricia Bullrich está por dar el golpe para conseguir el objetivo: que el PRO en Diputados vuelva a respaldar al Presidente.

“Ya casi todos acompañan. Haremos todo lo posible”, decía el fin de semana la ministra de Seguridad ante los íntimos sobre esta vez el huidizo PRO. El oficialismo deberá garantizarse otros votos porque con el PRO no alcanza. Bullrich habló con Cristian Ritondo y hasta con Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación durante la gestión de Mauricio Macri. El expresidente fue directo con Santiago Caputo en la reunión secreta del jueves: el interlocutor es Ritondo.

Toda una novedad el diálogo que inició la ministra. El presidente del bloque está molestísimo, como Macri, por los desaires del Gobierno y por el último gesto desafiante en la provincia de Buenos Aires: la fusión en la Legislatura provincial de los bloques mileísta y bullrichista. Hay más: Karina Milei prepara el desembarco con un acto en el conurbano.

Ritondo es el presidente del PRO bonaerense y la incógnita de cómo resolverán con LLA las listas para 2025 enturbia todas las negociaciones. El martes, el bloque dará una definición públicamente. La sesión para ratificar o rechazar el veto es el miércoles. “Estamos hartos de que el Gobierno nos lleve de las narices y lo peor en este caso es si votamos con el oficialismo y perdemos, le regalamos el triunfo a los radicales y a los K”, es la queja del macrismo.

Desde la charla con Bullrich y con otros funcionarios libertarios, Finocchiaro está trabajando sigilosamente a favor del veto hacia adentro del bloque, donde el larretista Alvaro González ya dijo que votará en contra. El tuit de Macri que criticó el uso de los fondos de las universidades es un paraguas para resguardarse de la posición expuesta cuando trascendió que no apoyaba el veto. “Para qué voy a seguir yendo a comer milanesas si después no se cumple nada”, fue la frase que después tuvo que desmentir en un chat con el jefe de Gabinete Guillermo Francos antes de partir a Estados Unidos.

El Gobierno aceleró, aunque sabía que no tenía los votos de los diputados que Milei había agasajado en Olivos por la defensa al veto de la reforma jubilatoria. Esta vez muchos de los “87 héroes” son soldados que huyen para otra guerra. Desde esa certeza, Francos repetía: “El Presidente va a vetar. El Congreso resolverá después”. Si el veto cae, leña para el manual del conservadurismo radical: el outsider que lucha contra las fuerzas que no dejan gobernar, lei motiv al dedo para “llenar el Congreso” de libertarios en el 2025 como pidió Karina Milei en Parque Lezama.

“Ya les avisamos que están jugando con fuego. La universidad no es la casta para el imaginario colectivo. Es un símbolo de movilidad ascendente, es nuestra identidad como país. Ojo, me hace acordar a lo que fue el conflicto con el campo para el kirchnerismo. Un trauma”, advierten en el PRO. Hay varios diputados que tienen vínculo con las universidades, como en el 2008 otros tantos funcionarios eran cercanos al campo. “Lo que le pasó al Flaco Randazzo fue terrible. Una vez volvió a Chivilcoy y se negaron a cargarle nafta. Nosotros tenemos que salir a la calle”, se miran en un espejo temeroso. Según la última encuesta realizada por Jorge Giacobbe, el 56,1% afirma estar en contra de ajustar las universidades y un 33% está de acuerdo con el veto presidencial.

El Gobierno mantendrá un encuentro con los gremios para iniciar un diálogo después del rechazo del aumento salarial del 6,8%, a horas de la marcha federal. El ministro de Economía Luis “Toto” Caputo dijo que si cae el veto, irán a la Justicia y abrió la negociación: “Lo que proponemos es debatir dentro del marco que corresponda, que es el Presupuesto 2025″.