Martín Yeza será quien encabece la asamblea el jueves para evitar más problemas en el PRO. La desconfianza de Mauricio Macri y los problemas de comunicación con Patricia Bullrich. El peligro en CABA.

Las formas se van a mantener, es casi un mandamiento en el PRO, pero la interna que voló por los aires al ex precandidato presidencial Horacio Rodriguez Larreta, tiene un nuevo objetivo: Patricia Bullrich. En el verano le confirmó a Mauricio Macri que se iba a integrar a la marea liberal, que dejaba la presidencia del partido que fundó el expresidente y que su gente ya estaba comprometida con el proyecto político que conduce Javier Milei. Macri lo aceptó, pero le molestó mucho la falta de consulta, de organicidad, algo que siempre espera y no siempre llega. 

"Mauricio Macri es el portaviones, Javier Milei el buque almirante Irizar que va rompiendo todo para que atrás pueda venir el nuevo orden y atravesar lo difícil". La metáfora se esuchó en Tabac, el café donde el PRO sigue parando, donde Horacio Rodriguez Larreta va cada vez más temprano y también esos empresarios que sostienen el lobby ahora devenido en color violeta, pero sin discriminacion. Días atrás Sandra Pettovello reunió su tropa, y lo propio hizo Gabriela Cerrutti, quien se fue casi sin que se sepa entre caras serias y rectas de los comensales que la identificaron. 

El jueves se consagrará Martín Yeza como presidente de la asamblea del PRO y quedarán desplazados quienes militen la causa de Patricia Bullrich y su intento de desembarco en Capital Federal o Buenos Aires. El bloque del congreso bonaerense cristaliza la ruptura y no se descarta una replica en la Ciudad, donde Jorge Macri logró consolidar un bloque que le permite gobernar con holgura en tiempos de crisis económica, algo no menor. 

La falta de renovación amarilla en Buenos Aires es parte del problema: un acuerdo entre Nestor Grindetti, Jorge Macri, Diego Santilli y Cristian Ritondo acordaron cargos y nombres para evitar que escale el conflicto a nivel país, aunque todos saben que se traducirá en las urnas el año que viene. Mauricio Macri conversa con amigos, dirigentes y asesores, todos casi sin excepción coinciden: no tiene retorno, la interna terminara con la relación entre Macri y Bullrich.

Cree entonces Mauricio Macri que lo mejor esta por venir y lo conversa con sus amigos mas íntimos, muchos que no son parte del ecosistema partidario, pero que conocen su pensamiento y lo ven optimista y con energía. "Esta convencido de que el PRO va a volver a ser potencia, que Javier Milei es el que rompe el hielo y el desde atrás construye lo que viene, valora enormemente lo que hace Milei por el pais". Cree el ex Presidente que el rol actual de Patricia Bullrich le es funcional al Gobierno, pero que perjudica el armado 2025 del PRO y que la ministra lo sabe y avanza.

"A más de uno del gabinete de Mauricio le sonó el teléfono, pero no queremos saber nada que no tenga consenso y la aprobación de Mauricio, así funciona esto, pero Patricia hizo su juego, algo que no es nuevo en ella pero que ahora genera mucho ruido y tira para atrás". Habla en Tabac uno de los cinco amigos de la vida de Mauricio Macri, con injerencia directa y conversa con el equipo de gobierno de 2015. Varios decidieron no meterse al nuevo gabinete, incluidos Andres Ibarra y Guillermo Dietrich, a cargo de Modernización y Transporte respectivamente, y amigos personales del ex presidente.

Cristian Ritondo está enojado, en términos personales con Patricia Bullrich. El tiro al corazón del vinculo fue una denuncia por corrupción que no tuvo compasión y aparto a Vicente "Tito" Barreiro de la peor forma. No hubo un aviso, Mauricio Macri se enteró por Cristian Ritondo cuando la situación era ya caótica. El expresidente siempre odió esa arista de la personalidad de Patricia Bullrich: la falta de consulta para la toma de decisiones determinantes.

Los primos Macri serán entonces los líderes por institucionalidad y territorialidad y recursos. Jorge Macri es hoy el dueño de la pelota, como hace cincuenta años en Tandil. Mauricio Macri tiene la firma y logró torcer el brazo de Patricia Bullrich para presidir el PRO a pesar de las esquirlas. Ahora bien, la sabiduría y capacidad de entendimiento le permitirán ver a Jorge Macri que deberá elegir entonces el año que viene: será el nuevo Rudolph Giuliani como alcalde duro y protector, o será protagonista de la primera derrota amarilla de su historia distrital.