El impacto de la quita de subsidios energéticos significará una suba del orden del 200% en las boletas de energía y gas que pagan actualmente los sectores se ingresos medios y bajos.

El gobierno de Javier Milei acaba de concretar el movimiento de pinza con el que terminará de liquidar el bolsillo de trabajadores, jubilados y sectores más postergados, precisamente los mismos que cargan sobre sus espaldas casi todo el peso del ajuste y licuación de ingresos. Es que, tras subir las tarifas de energía y gas, ahora acaba de oficializar la baja de los subsidios y se espera un fuerte impacto en las boletas.

A partir de las Resoluciones 90/2024; 91/2024 y 92/2024 publicadas hoy en el Boletín Oficial, 7 de cada 10 hogares percibirán topes de consumo subsidiado más bajos y el impacto en las boletas podría superar el 200%.

La baja en los topes de los subsidios comenzó a regir a partir de junio en el marco de la transición hacia un nuevo esquema de asistencia que impulsa el gobierno de Milei y que apunta a que de manera progresiva los usuarios paguen el precio completo de la energía y se asista, hasta cierto nivel, a los sectores más vulnerables.

En la actualidad, y a partir del esquema de segmentación de subsidios vigente, existen tres tipos de hogares: los de ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). Los N2 y N3 cubren solo una pequeña parte de los costos de la energía que consumen, que es uno de los ítems de las facturas, además del costo de transporte, de distribución y los impuestos nacionales, municipales y provinciales.

Ahora los N1 al igual que comercios e industrias, pagarán el 100% del costo de la electricidad, lo que redundará en un incremento final del 20% aproximadamente. Los N3 tendrán una bonificación del 71,9% y los N2 del 55,9% sobre ese precio en la factura.

A modo ilustrativo de las boletas finales, la Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chirilo realizó una estimación de incrementos considerando consumos promedios residenciales de 260 KWh:

N1 pasará de 24.710 pesos a 30.355 pesos (22,8%).
N3 pasará de 6.585 pesos a 16.850 pesos (155,9%).
N2 pasará de 6.295 pesos a 12.545 pesos (99,3%).

Por otro lado se dispusieron nuevos topes de consumo con subsidio. Eso implica que los usuarios N2 y N3 que excedan esos límites, pagarán más caro por la electricidad y las boletas podrían ser incluso más pesadas.

Así, para la demanda de usuarios categorizados en el Nivel 2 el límite del consumo base se fijó en 350 kWh/mes. Este segmento no tenía tope de consumo con subsidios con el esquema que regía desde 2022 y que ahora modificó el Gobierno. Para las zonas frías el límite será de 700 kWh/mes.

En tanto, para la demanda de usuarios categorizados en el Nivel 3, el límite del consumo base se fija en 250 kWh/mes. Estos hogares tenían hasta hoy subsidiado hasta 400 KWh. Para las zonas frías será de 500 kWh/mes.

El Gobierno estableció además el precio de gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) que se trasladará a las tarifas finales. El PIST es el precio del gas que consumen los usuarios, cuyo costo para el período mayo-octubre es de 4 dólares por millón de BTU (unidad de medida británica para el gas).

Los usuarios de N1 (altos ingresos) continuarán pagando 4 dólares por millón de BTU ya que no percibe subsidios.

Los usuarios N2 tendrán una bonificación del 64% sobre el precio que pagan los de altos ingresos, es decir cubrirán 1,6 dólares por millón de BTU. Hasta abril abonaban 0,8 dólares por millón de BTU, por lo que pagarán casi 100% más caro por el gas.

Los residenciales N3 tendrán una bonificación del 55% sobre el PIST, por lo que solo pagarán casi 2 dólares por millón de BTU. Hasta abril pagaban 1,1 dólares por millón de BTU, lo que implica una suba del 81% en ese concepto.