La vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, elogió al Gobierno de Javier Milei y sostuvo que “está obteniendo resultados mejores de los esperados”.

Esta semana, el Gobierno nacional confirmó que alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la octava revisión del Programa de Facilidades Extendidas de la Argentina. En este marco, la vocera del organismo, Julie Kozack, se refirió a la situación del país y respaldó la gestión del presidente, Javier Milei.

“El plan de estabilización están obteniendo resultados mejores de lo esperado”, señaló en su habitual conferencia de prensa de los jueves. 

Al referirse al primer superávit fiscal trimestral en 16 años, sostuvo: “Ha habido un rápido cambio en las reservas internacionales, una mejora en el equilibrio del Banco Central y una rápida reducción de la inflación, específicamente en la inflación mensual, ya que en abril alcanzó el 8,8 % en abril”.

Cuando se le preguntó cuándo el país volvería a crecer, Kozack evitó dar precisiones de fechas, pero dijo: “Esperamos que la economía empiece a crecer otra vez en la segunda mitad de este año”. 

El futuro de Argentina

De cara a los próximos pasos que debe dar Argentina, señaló que debe dar “asistencia social sea suficiente y esté bien orientada para proteger a los más vulnerables, y también para garantizar que la carga de la consolidación fiscal no recaiga desproporcionadamente en los trabajadores”.

“Será importante desbloquear las barreras de entrada para que las empresas promuevan el empleo formal en la economía y también atraigan la inversión privada”, afirmó la vocera al ser consultada por la Ley Bases.

Sobre la política monetaria, Kozack dijo: "Se deberá continuar evolucionando para anclar la inflación y las expectativas de inflación en Argentina y sus efectos tendrán que volverse más flexibles con el tiempo para salvaguardar una mejora en la cobertura de reservas. Serán necesarios algunos cambios mientras los controles cambiarios se levantan gradualmente basados en las condiciones y mientras las autoridades vayan a una transición hacia un nuevo régimen monetario”.

Y profundizó: “Este régimen implicaría una competencia de monedas, un régimen donde el peso y otras monedas como el dólar estadounidense puedan coexistir y puedan ser usados libremente. Otros países en la región, como Perú y Uruguay, tiene sistemas como ese”.