Se trata de la firma Leo Labs Limited. El Gobierno anterior frenó la operación pero ahora la Secretaría de Comunicaciones de la gestión Milei debe definir si lo rehabilita. Un cambio que generó dudas.

Leo Labs Limited, empresa británica dueña de la estación terrena satelital montada en la estancia El Relincho del municipio de Tolhuin en Tierra del Fuego, anunció la firma de un contrato con el Ministerio de Defensa del Reino Unido para el desarrollo de la primera constelación de satélites de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en órbita terrestre baja (leo, low earth orbit). La noticia actualizó un problema estratégico sensible aún irresuelto por el gobierno de Javier Milei.

El grupo, 95% de acciones de la irlandesa Leo Labs Space Holding Limited y 5% la inglesa Leo Labs Limited, instaló en Tierra del Fuego un equipo radar de monitoreo satelital cuya autorización para operar se canceló durante el último tramo de la gestión de Alberto Fernández, pero el equipamiento permanece en suelo fueguino y podría volver a funcionar.      

El jueves pasado el CEO de la empresa, Tony Frazier, dijo que Leo Labs “se enorgullece de apoyar al Comando Espacial del Reino Unido y al Ministerio de Defensa del Reino Unido en este importante paso hacia el desarrollo de la primera constelación de satélites del Reino Unido en órbita terrestre baja, destinado a realizar inteligencia, vigilancia y reconocimiento". "Esperamos actuar como un socio de misión fundamental para el Reino Unido y sus aliados en esta y futuras misiones, permitiendo la seguridad y protección continuas del espacio”, añadió.

Palabras que validan la visión inicial sobre el perfil del grupo Leo Labs y sus aplicaciones. Uno entendería el uso científico, civil, de ese tipo de sensores del espacio profundo pero ningún ingenio electrónico que obtenga información puede estar al margen del uso dual, militar.

El dilema de la Jefatura de Gabinete a cargo de Guillermo Francos es si ordenará o no a la firma británica Leo Labs el retiro definitivo del equipamiento, antenas, infraestructura, tendido eléctrico, y otros enseres a partir del rechazo al reclamo administrativo que había interpuesto en 2023 la firma británica ante la Subsecretaría de Comunicaciones para poder continuar con su operación.

En el mismo dilema está el ministro Luis Petri. Defensa, entonces a cargo de Jorge Taiana, elaboró en agosto de 2023 un informe técnico con aportes brindados por Invap S.E, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCO), la Dirección Nacional de Contralor de Material de Defensa y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa (Dniem) que aseguraba que la estación terrena (el radar) era un “riesgo para la seguridad nacional”, que afectaba “severamente la soberanía”.

“No es posible dejar de lado las connotaciones geopolíticas que tiene la instalación de la Estación AGSR por parte de una empresa con domicilio legal en Gran Bretaña, cuando el Reino Unido sostiene la ocupación ilegal de las Islas Malvinas, parte de nuestro territorio nacional”, concluía el informe.

Con ese fundamento político la subsecretaría de Comunicaciones dependiente de la Jefatura de Gabinete que conducía Agustín Rossi por Disposición DI-2023-15-APN-SSTYCO#JGM0 resolvió cancelar “totalmente la autorización a LEO LABS”. La firma desactivó el equipo y, se dijo, hasta se cortó la energía eléctrica a la instalación.

El 15 de febrero el gobierno fueguino envió una nota al ministro Petri solicitando el “temperamento a seguir a la luz de la existencia de hechos nuevos, todo ello de conformidad de la Directiva de Política de Defensa Nacional -Decreto 427/2021, en salvaguarda de la seguridad nacional y resguardo de nuestra soberanía nacional”. A la fecha no tuvo respuesta.

El pedido del gobernador Gustavo Melella se refería a un cambio societario y nueva inscripción en el registro fueguino de dos sociedades ahora estadounidenses: Leo Labs US Holding Inc y Leo Labs US Ventures Llc, ambas con domicilio en Delaware para gerenciar la operación del desactivado radar satelital.

La impresión de la administración fueguina es que se trata de un maquillaje societario para diluir el gen británico.

El secretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico sur de la provincia fueguina, Andrés Dachary, dijo a MDZ que “desde el gobierno de la provincia fuimos claros y contundentes, enviamos las notas correspondientes para buscar una solución siempre a través de los canales institucionales y nadie se decidió a tomar cartas en el asunto, pero una vez que se considera que existe una amenaza a la seguridad nacional, no hay vuelta atrás y se debe garantizar que el radar nunca más esté operativo”.

Del lado de la secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico sur de la Cancillería no se emitieron señales.

La firma Leo Labs aprovechó el giro de Milei y su alineamiento militar con los Estados Unidos, vinculación que ahora facilitaría la reapertura de la estación terrena de observación satelital en el confín austral del país.

Aquella foto del presidente en Ushuaia con la general Laura Richardson, jefa del Comando sur, junto a los ministros Petri, Nicolás Posse y Guillermo Francos es el as en la manga.

El escenario del territorio fueguino concentra la atención de los Estados Unidos y de China según se deduce de expresiones cruzadas a propósito de desarrollos de logística portuaria. Construcciones que como la estación terrena de Leo Labs se piensan para uso dual (civil/militar) cuando se trata de locaciones con proyección a dominios de interés estratégico.