Tras la detención de Héctor Romero, el camionero de 71 años acusado por la desaparición de María Cash, salieron a la luz los registros de su teléfono celular.
El camionero Héctor Romero se convirtió en el único detenido por la desaparición de María Cash, que es buscada desde 2011. A raíz de su arresto le entregó su teléfono celular a la Justicia y este viernes especialistas de Gendarmería Nacional lograron acceder a la información dentro del aparato.
Tras la reactivación de la causa por la desaparición de María Cash el fiscal Eduardo Villalba revisó testimonios, evidencia y se tuvieron en cuenta nuevas declaraciones, incluida la del hermano del camionero, David Romero, que confirmó que el hombre le reconoció que se había mandado "una cagada" en julio de 2011.
Desde el Juzgado Federal N°2 aceptaron el dictamen del fiscal Villalba y el martes de esta semana el camionero de 71 años quedó detenido e imputado por el delito de "homicidio agravado", por el que le dieron prisión preventiva aunque podría acceder al beneficio de la domiciliaria por la edad que tiene.
Pero también jugó un papel importante la declaración del camionero, que figuraba como testigo hace 13 años y esta semana mantuvo conversaciones por demás sospechosas con sus compañeros de trabajo y familiares.
En 2011, Romero ya trabajaba para su actual jefe, Miguel Segura, el dueño del supermercado Miguelito.
El transportista se encargaba de trasladar la mercadería entre las sucursales de Güemes (cabecera del departamento homónimo en Salta) y Joaquín V. González, una localidad ubicada a unos 188 kilómetros, en el departamento de Anta.
Para cubrir la distancia entre ambas localidades Romero debía manejar primero por la ruta provincial 16 (que pasa por El Tunal, donde alguien le dijo a la familia de María Cash que podría estar el cuerpo de la joven), y luego tomaba la ruta nacional 9, que pasa por Palomitas, que es donde se encuentra la gomería de Ramón Crespín, que desmintió al hombre.
Las contradicciones entre su relato y la ubicación de las antenas de los celulares alimentó la hipótesis de que el camionero podría haber mentido, y su conversación del 5 de noviembre de 2024 con Gustavo Lemos, encargado del supermercado Miguelito, terminó de prender las alertas.
"Se determina con el análisis telefónico que Romero se contradice en relación a la hora de llegada y retorno de J. V. González el 8 de julio de 2011 ya que como se observa en análisis él arribó a esa localidad a hs. 18.42 (sic) y emprendió regreso a las 21.07, demorando 02.47 horas de viaje desde Güemes a González y un tiempo de demora de regreso de 03.23 desde González a Güemes, abriéndose dos ventanas de tiempo que rompe su patrón de conducta", describió el fiscal Villalba en la indagatoria a la que tuvo acceso Clarín.
Como Lemos fue uno de los nuevos testigos citados a declarar para aclarar esas incongruencias, y al ser llamado por la Justicia federal el hombre se comunicó con Romero.