Fernando Sabag Montiel, su ex novia Brenda Uliarte y el jefe de ambos, Nicolás Carrizo; serán juzgados por el atentado contra CFK. Habrá 300 testigos, entre ellos la expresidenta.
El Tribunal Oral Federal N° 6, a cargo de los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari, da comienzo este miércoles al juicio contra Fernando Sabag Montiel, su ex novia Brenda Uliarte y el jefe de ambos, Nicolás Carrizo; por el atentado contra CFK. Habrá 300 testigos, entre ellos Cristina Fernández de Kirchner, que además es querellante en la causa para tratar de probar que hubo lazos políticos detrás del atentado.
El ataque se perpetró el 1 de septiembre de 2022. Eran épocas de mucha tensión política, luego de que el fiscal Diego Luciani realizara su alegato en el juicio oral y público de la causa Vialidad que tenía a Cristina Kirchner en el banquillo de los acusados. Esa situación derivó en jornadas de vigilia de la militancia cristinista en el frente de su departamento en Recoleta, lugar donde se terminó inmortalizando la imagen del arma siendo gatillada a centímetros del rostro de la vicepresidenta sin que saliera la bala.
Montiel y Uriarte fueron imputados el 15 de septiembre con prisión preventiva por el intento de asesinato a Cristina Kirchner, en un plan diagramado y planeado, que había tenido comienzo en abril de 2022. La Justicia los consideró coautores de los delitos de homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, en grado de tentativa. Sus defensas decidieron no apelar y acelerar la llegada a juicio oral. Para la expresidenta no hay dudas de esto, pero lo que quiere probar con el juicio es que el ataque tuvo conexión con la política.
Nicolás Carrizo era el jefe de ambos en un negocio que se dedicaba a la venta de “copos de nieve”. Quedó detenido 12 días después del acto luego de que entregara su celular a la justicia ya que declaró como testigo de sus empleados. En el teléfono se encontraron mensajes que lo comprometieron: “Recién intentamos matar a Cristina”; “el arma es mía” y “mi empleado le quiso disparar”, son algunos de los mensajes encontrados, correspondientes a la noche del atentado.
Nicolás Carrizo está cumpliendo prisión preventiva hasta una condena firme, aunque su defensa haya solicitado la prisión domiciliaria en reiteradas ocasiones. Mientras tanto, Sabag Montiel y Uliarte también cumplen condena en suspenso en el penal de Ezeiza, esperando la condena.