James Cutfield y dos de los tripulantes del Bayesian fueron imputados por el hundimiento del navío en el que murieron seis personas.
Tripulantes del yate de lujo Bayesian fueron imputados por naufragio culposo y homicidio múltiple culposo, además de incluirlos en la investigación que se enfocaba en el capitán James Cutfield. Hundido el 19 de agosto frente a las costas de Sicilia, al sur de Italia, se conocieron nuevos detalles de la tragedia.
La Justicia italiana, a través de la fiscalía de Termini Imerese, investigó la tragedia en la que murieron siete personas, entre ellas Mike Lynch el magnate británico y dueño del yate. Luego de investigar el accionar del capitán, se incluyó también a dos de los tripulantes: el oficial de máquina Tim Parket Eaton y el marinero del puente Matthew Griffith, ambos de Gran Bretaña.
El capitán del yate, el neozelandés James Cutfield, fue acusado de no haber tomado las medidas necesarias para evitar el naufragio y de no haber socorrido a los doce pasajeros que estaban a su cargo en ese momento. En el caso de los tripulantes, Eaton fue incriminado de no haber activado el cierre de compuertas para evitar la inundación de la sala de máquinas, mientras que Griffith no habría dado aviso del avenimiento de la tormenta.
Cutfield hizo uso de su derecho a no responder como imputado, pero desde su círculo trascendió que repite sin cesar: “Salvé a quien pude, no me escapé”. Además, trascendió que el hombre está anímicamente destrozado y esto genera dificultades entre la defensa para definir una estrategia para evitar una condena.
Por otro lado, según trascendió, Cutfield está obsesionado con distanciarse de la inevitable comparación con el excapitán Francesco Schettino, centro de la investigación de la tragedia del Costa Concordia que provocó 32 muertes, ocurrido también en Italia pero en el norte. El temor en torno a esa comparación es que, en caso de salir exonerado, su imagen se emparente directamente con la del polémico Schettino