El presidente Joe Biden informó que los muertos provocados por el huracán Helene en el sureste del país norteamericano superan el centenar.

Helene entró el pasado jueves por la noche como un huracán de categoría 4 en la costa sureste de Florida y se abrió paso hacia el norte, con lluvias torrenciales y vientos huracanados que han dejado un saldo de poco más de 100 muertos en el sudeste de los Estados Unidos.

Helene impactó en la región del Big Bend, al norte de Florida, con vientos de hasta 225 kilómetros por hora, el fenómeno natural provocó marejadas récord y catastróficas inundaciones, afectando principalmente los estados de Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia.

Este lunes, en Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó que los muertos provocados por el huracán Helene en el sureste del país superan el centenar y que hay cerca de 600 personas desaparecidas.

"Dios quiera que estén vivas (las personas desaparecidas), pero no hay forma de comunicarse con ellas debido a la falta de cobertura de telefonía móvil", dijo en una declaración institucional sobre la respuesta gubernamental a Helene.

Sobre la ayuda y el socorro a las zonas afectadas, el presidente explicó que Washington ha desplegado ya a unos 3.600 miembros del personal de emergencias y que esa cifra "aumenta cada día" y que además tendrá que pedir la aprobación de una partida económica al Congreso de Estados Unidos para sufragar el coste de las operaciones de emergencia y reconstrucción.

La zona más afectada ha sido la de los alrededores de la ciudad de Asheville, en Carolina del Norte, donde el agua y el viento han arrasado comunidades enteras.

De acuerdo con un conteo de NBC News, la cifra de muertos asciende de momento a 112 (44 en Carolina del Norte, 25 en Carolina del Sur, otros 25 en Georgia, 12 en Florida, 4 en Tennessee y 2 en Virginia).

"Muchas personas no tienen ni idea de cuándo podrán regresar a sus hogares, si es que alguna vez pueden hacerlo, si es que queda un hogar al cual regresar", dijo Biden al constatar que "viviendas y negocios han sido literalmente destruidos, arrasados o arrastrados por el viento".