Un video del parapentista estadounidense Marshall Mosher en el que se muestra a un perro en la cima de una de las grandes pirámides de Guiza se hizo viral a mediados de este mes. Los internautas se preguntaban cómo había conseguido escalar la pirámide de 146 m y si había bajado sano y salvo.
Alex Lang, otro parapentista que filmó al perro, dijo que, aunque al principio se había sorprendido, le pareció que el perro era “el rey de la pirámide” y que se sentía cómodo subiendo y bajando por la estructura.
“Tal vez estaba intentando ahuyentar a los pájaros para poder disfrutar de la vista él solo”, declaró Lang (27) a The Washington Post.
Mosher, por su parte, dijo que le había preocupado que el perro se hubiera quedado atascado en la pirámide de Kefrén, pero que no había visto ningún rastro de él cuando sobrevoló la antigua estructura al día siguiente.
“Si logró subir, puede bajar, a menos que haya encontrado algún portal secreto que le ayude a teletransportarse a la cima de las pirámides”, dijo a CNN.
El perro sí logró bajar. Está bien y está recibiendo cuidados de la Fundación de Rescate Animal de Estadounidenses en El Cairo.
Según The Washington Post, Ibrahim Elbendary, cofundador de la organización, identificó al perro del video como Apollo, de tres años, uno de los ocho perros de una manada que vive en la parte superior de la pirámide en la que fue visto.
Muchos perros callejeros viven en el complejo piramidal, pero Elbendary explicó que Laika, la madre de Apollo, subía a la parte superior de la estructura porque probablemente se sentía más segura allí.
Apollo y sus hermanos ahora viven allí, y suben a la cima con regularidad para cazar aves.
En el video que se hizo viral el 14 de octubre se ve a Apollo ladrando a unos pájaros. En otro aparece bajando de la pirámide al día siguiente, impertérrito ante la preocupación de cientos de personas en las redes sociales.
Vicki Brown, cofundadora de la Fundación de Rescate Animal de Estadounidenses en El Cairo, explicó que su organización se ocupa de los animales que viven en el complejo piramidal de 4.500 años de antigüedad y en otros lugares, proporcionándoles comida, agua, atención médica y ayudándolos a ser adoptados.
Tanto Brown como Elbendary esperan que la popularidad del video de Apollo sirva para crear conciencia sobre la grave situación de los animales que viven allí y anime a los residentes y a las autoridades a empezar a ocuparse de ellos.
“La situación de los perros callejeros aquí es un gran desafío”, escribió Mosher en Instagram, y añadió: “Mientras el mundo está enamorado de nuestro célebre perro de las pirámides, me encantaría ayudar a estos simpáticos cachorros a recibir el amor que se merecen”.