Habrían sido proporcionadas por el Gobierno ruso, con el cual el Alexander Lukashenko cosechó una alianza extremadamente relevante para los conflictos de la región.

Este miércoles Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, confirmó vía su cuenta de Telegram la existencia de armas nucleares de Rusia en su propio territorio, además de aseverar la posesión de varias decenas de ojivas nucleares que ya fueron llevadas a su país: “Traje ojivas nucleares aquí. No unas pocas docenas, sino muchas más.” A su vez, enfatizó en que la operación fue llevada a cabo de manera discreta ya que existían rumores que dudaban de la veracidad de la existencia del despliegue.  

Además, el líder bielorruso destacó la gran responsabilidad que implica el uso de armas nucleares y que, teniendo en cuenta la experiencia de lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki, ningún país después de eso ha utilizado tales armas luego de lo ocurrido durante el final de la Segunda Guerra Mundial. 

El anuncio tuvo lugar en el marco de la Unión Estatal, una alianza política y de defensa militar entre Rusia y Bielorrusia que refuerza el vínculo estrecho entre ambos países. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó en el transcurso de la ceremonia que se celebró en Minsk que el acuerdo facilita el uso conjunto de "todas las fuerzas y medios disponibles" como consecuencia del compromiso de defensa mutuo asumido por las dos naciones. 

No obstante, Lukashenko se reunió con empleados de la empresa POZHSNAB en Borisov y dejó entrever que su gobierno está considerando desplegar el sistema de misiles rusos Oreshnik en 30 sitios potenciales en Bielorrusia, además de resaltar que será Minsk quien decida los objetivos de destrucción en territorio potencial enemigo, en un intento por diferenciarse de Moscú. 

Previamente, el 6 de diciembre de este año, Putin expresó que era una posibilidad desplegar este sistema de misiles Oreshnik en Bielorrusia durante el segundo semestre de 2025. 

El país presidido por Lukashenko podría llegar a poseer un valor estratégico relevante en la guerra que todavía perdura en Ucrania debido a que comparte frontera tanto con los liderados por Zelenski como con varios países miembros de la OTAN, y esta militarización del territorio acentúa el papel del país como aliado clave de Rusia.