Desde las 14 las inmediaciones de Casa Rosada se verán manifestantes pidiendo por las universidades. El conflicto comenzó mucho antes: cómo se llega a esta jornada y qué pasó tras la última marcha.
Este miércoles a partir de las 14 se llevará adelante la segunda marcha universitaria reclamando mejoras salariales para docentes y no docentes, cuestión que el Gobierno dijo que los reclamos "están todos resueltos" y que en realidad “responde a intereses políticos”. La discusión por la universidad pública está en agenda incluso desde antes que Javier Milei asuma la Presidencia. Hoy el Poder Ejecutivo firmará el veto contra la ley de financiamiento universitario que se había votado en ambas cámaras.
En campaña, Milei ya hablaba de reformar el sistema de financiación a las universidades. En abril de 2023 mencionaba los famosos "vouchers". “Vos elegís la que se te da la gana. Los recursos están, vos se los podrías dar de otra manera para fomentar la competencia", decía en una entrevista con Luis Majul.
En el debate presidencial de cara a la segunda vuelta, el candidato a presidente manifestó que no iba a arancelar las instituciones educativas en un "corto plazo".
En enero, a pocas semanas de que el Gobierno de Javier Milei comience gestiones, las universidades nacionales alertaron que el gobierno daría fin el 1° de febrero al adelanto de fondos a través de la banca pública para el pago de salarios del personal docente y no docente. “Desde que arrancó esta gestión, a las universidades y organismos descentralizados se les decidió transferir los fondos para sueldos antes del fin del mes previo”, difundieron desde el Ministerio de Economía a la acusación.
El conflicto entre universidades y Gobierno continuó escalando. Desde las instituciones denunciaban un desfinanciamiento de las universidades, mientras que desde el Ejecutivo señalaban haber pagado todo. La versión oficial dictaba que se había llegado a un acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), pero Emiliano Yacobitti, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, desmentía aquello.
Luego de varios tira y aflojes, y que la UBA se haya declarado en emergencia presupuestaria, las universidades convocaron a una multitudinaria marcha universitaria para el 23 de abril.
"Es política y de militantes. Porque en plena pandemia cerraron universidades y le negaron el derecho a estudiar a todos los estudiantes universitarios", criticaba la marcha el ministro de Defensa, Luis Petri. "1) (la UBA) No está en riesgo 2) el presupuesto aumentó 3) marchar contra una auditoría es como hacerle un berrinche al médico clínico", opinaba Luis Caputo. "Todavía no entendieron cuál es la situación del país", decía Guillermo Francos sobre quienes marcharon.
Finalmente el 23 de abril se realizó la multitudinaria marcha a lo largo y ancho del país, en donde la UBA habló de 500 mil manifestantes en CABA y el Gobierno reconoció 150 mil.
No solamente universitarios dijeron presente: muchos políticos aprovecharon la situación para situarse del otro lado. Cristina Fernández de Kirchner hizo su aparición desde el balcón del Instituto Patria. El exministro de Economía Sergio Massa apareció acompañado de sus dos hijos, Milagros y Tomás Massa, y de su pareja, Malena Galmarini. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, también dijo presente. Martín Lousteau, muy cercano a Yacobitti, estuvo en la marcha. El exjefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta también participó de la movilización.
Menos de 24 horas separaron la marcha con el cambio radical de opinión de Milei frente a la problemática. Es que desde el Gobierno comprendieron el mensaje político de las miles de personas en la calle. "En ningún momento el Gobierno nacional insinuó la intención de cerrar las universidades nacionales", decía el Presidente momentos posteriores a la movilización. "Vamos a garantizar los fondos para el funcionamiento de las universidades y vamos a auditar cómo se utilizan esos fondos", agregaba.
No solamente cambió en lo discursivo: un mes después de la marcha, el Gobierno acordaba con las universidades un aumento del 270% en los gastos de funcionamiento. Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) declaraban que la propuesta “comienza a atender” los reclamos del sector. Si bien llegaba este aumento, los cuestionamientos por el salario docente continuaba vigente.
Distintos paros docentes y manifestaciones obligaron a los legisladores a discutir el presupuesto universitario, el cual busca una recomposición salarial para los trabajadores de la educación superior. Finalmente se debatió y aprobó en ambas cámaras. De todas maneras, el Presidente prometió vetar la ley.
“Mi palabra no se negocia; no voy a entregar el déficit cero”, expresó Milei en varias ocasiones. Ya vetó la movilidad jubilatoria bajo el mismo aspecto, y aunque este proyecto conlleve un gasto del 0,14% del PBI, y tenga aún menos impacto fiscal que las jubilaciones, no pagará nada más allá del "gasto político".
"Le está poniendo un cepo a la educación", señaló Cristina Kirchner sobre el veto hace pocos días junto con presidentas electas de cuatro centros de estudiantes de la UBA.
Frente al veto anunciado por el Gobierno, las universidades se organizaron y marcharan nuevamente este miércoles.
A partir de esto, el Gobierno comenzó a jugar sus cartas para desactivar la movilización. Buscaron negociar las paritarias que finalmente fueron todas rechazadas por los gremios.
Ante la inminente marcha, desde el Gobierno apuntaron cañones y pusieron en agenda otras falencias de las Universidades Públicas. Por un lado, se puso nuevamente en boca de todos si los alumnos extranjeros deberían pagar la institución. Una grave denuncia que se hizo desde el Gobierno fue la de indicar que en las universidades "inventan alumnos" para recibir más fondos.
"Siempre una excusa diferente", les respondió Martín Lousteau en las vísperas de la nueva marcha universitaria. "El gobierno no está llamando a debatir, está llamando a hacer un conflicto", agregó.
En este contexto frenético y de mucha confusión es que sucederá la marcha universitaria esta tarde.