La prenda es una ofrenda del Servicio Penitenciario Provincial y de la Pastoral Carcelaria a la Virgen, confeccionada en el Taller de María, “en acción de gracias por los beneficios y bendiciones de Dios.- Diario de Catamarca
El nuevo manto que luce Nuestra Señora del Valle está dedicado por el Servicio Penitenciario Provincial, en acción de gracias por los beneficios y bendiciones de Dios, alcanzados por intercesión de Nuestra Madre, durante la pandemia, y a lo largo de los 33 años de vida de la Institución en el marco del año dedicado a la oración.
En el trabajo realizado con mucha dedicación, oración y amor, el manto lleva simbolizado, en la imagen de San Maximiliano María Kolbe -santo patrono de los privados de la libertad, que dio la vida por un recluso que tenía 8 hijos e iba a ser fusilado-, la entrega y el coraje de dar la vida por el prójimo y por el Cristo Vivo y Redentor.
En el lateral derecho, se bordó una imagen representativa de las manos de Cristo con sus llagas detrás de las rejas, con el texto del Evangelio ‘Estuve preso y me viniste a visitar’. En la parte de atrás figura el escudo del Servicio Penitenciario Provincial.
Una flor de diamela con una piedra de rodocrosita, señala la belleza del Cristo Redentor, de su gloria y la salvación del mundo.
La imagen de la Crucifixión en el Gólgota con los dos ladrones, la Virgen María, María Magdalena y la otra María y Juan, un paisaje de la época de olivos, en las manos el Espíritu Santo y las manos de Dios con sus rayos de AMOR y GLORIA, por el mundo que entrega a su Hijo por la salvación y el perdón de nuestros pecados.
Todo fue realizado a mano, con cristales enviados por una devota de Estados Unidos, cristales y galones donados por fieles que acompañan y colaboran con el humilde Taller de María, y con la buena voluntad de varias mujeres que se dan con fe y mucho amor para hacer posible este bello apostolado.